Croquetas de Bacalao en panificadora

Por Entrehilos
Soy de cocina tradicional, me encanta cocinar en puchero, a fuego lento de gas, por ejemplo un buen cocido.
Pero también me encanta utilizar nuevos "cachivaches" que nos facilitan las tareas en la cocina.
Últimamente estoy encantada con mi Slow Cooker, olla de cocción lenta. Si queréis más información de este tipo de cocina podéis ir al blog de Marta Miranda "Crockpotting"
Y, entre otros, tengo una panificadora que compré en Lidl hace como 9 - 10 años, con la que, además de panes, hago masas de pizza o roscones.
Y ahora, he descubierto que también se puede hacer la masa de las croquetas... y que masa amigas...

Me encantan las croquetas.
Quien me conozca bien sabe que si me quieres llevar a comer a algún sitio por Madrid, me tienes ganado el corazón llevándome a comer croquetas a Casa Labra, o a la bodega La Ardosa .
Esas croquetas crujientes por fuera, pero extratiernas por dentro... mmmmmmmmm
Pues así es como quedan estas croquetas hechas en la panificadora.
Con el método tradicional nunca lo había conseguido. Así que si tienes panificadora y te gustan las croquetas así, tienes que probar a hacerlas.
INGREDIENTES
1 litro de leche entera
100 ml. de aceite de oliva
250 gr. de bacalao desalado en su punto de sal
100 gr. de harina
1/2 cebolla
1 ajo
perejil
- Cortar la cebolla en trocitos pequeños y rehogarla en una sarten.
- Agregamos el bacalao e intentaremos desmenuzarlo. Reservamos.
- Calentamos la leche
- Encendemos la panificadora en el programa de mermelada, en la mía es el 9, y echamos el aceite para que se vaya calentando.
- Cuando empieza a funcionar, agregamos el bacalao que teníamos reservado y dejamos que de unas vueltas.
- Añadimos el ajo y el perejil que habremos majado en un mortero.
- Vamos agregando la harina poco a poco, que se vaya integrando.
- Añadimos la leche y cerramos la tapa.
Veremos como la masa va cogiendo forma, puedes probarla y rectificar de sal.
Hay que estar pendiente, y cuando termine de dar vueltas, desenchufamos la panificadora y echamos la masa en un recipiente que se pueda tapar (yo uso un tupper)
Dejamos que enfríe, y le ponemos un film transparente a ras, para que no haga una capa seca.
A la nevera hasta el día siguiente.
Ya solo nos queda formarlas, pasarlas por huevo y pan rallado y freírlas en un buen aceite.

Tengo que probar otras recetas, de jamón, de queso, de cecina, de gambas, de, de, de... hay de tantos gustos que no voy a parar en un tiempo.
Si las hacéis ya me contareis  como os salen, yo os puedo asegurar que me han sorprendido gratamente...¡ojalá lo hubiera sabido antes!
Un tip para que os salgan bien crujientes es formarlas, pasarlas por huevo y pan rallado y dejar que se sequen un poco antes de freírlas. Así se forma una capa más consistente, que al freírse quedará supercrujiente.
Besos