Desde hace un tiempo, os habréis dado cuenta de que ya no publico con la misma frecuencia que antes. Si me seguís en Facebook, ya tenéis una idea del porqué. El motivo es que estoy inmersa, junto con otros compañeros de Máster, en la elaboración de un proyecto expositivo que, con un poquito de suerte, podremos llevar a cabo de forma real. ¿A que es genial?
Os explico un poquito de qué va.
Consiste en la organización de una exposición temporal en mi ciudad, Salamanca. En concreto, en uno de los espacios más chulos que tiene la Universidad, en Escuelas Menores. Por si no lo conocéis, aquí os dejo una foto para que veáis que sitio más guay. ¿Mola, verdad?
Pues bien, en líneas muy generales, nuestra idea es unir en una muestra las acciones y costumbres de la Universidad tradicional con las de la Universidad actual.
Sabéis que no os suelo pedir favores, pero me haríais muy feliz si os hacéis fans de nuestro Facebook, Twitter o Instagram (y si os hacéis de los tres, muchísimo mejor). Os estaría mega-extra-ultra-hiper agradecida, ya que yo soy la encargada de la difusión del proyecto. Además, será de suma importancia el número de seguidores en los distintos medios sociales para que nuestro proyecto pase del papel a la sala de exposiciones. Otro motivo más es el siguiente: como periodista y community manager, me vendría muy bien para mi currículum haber difundido un proyecto que ha visto la luz. Como os he dicho en alguna ocasión, desde octubre de 2013, no tengo trabajo, y esto creo que a mí, y a todos los que formamos parte del proyecto (Javier, Irene, Tania, Belén, Fátima y Diego) nos vendría muy bien de cara a nuestro futuro profesional, más aún sabiendo como está el mundo laboral para los jóvenes en España.
Después de esta tremenda chapa que os acabo de meter (perdonadme, por favor), vamos con la receta.
Un crumble. Es decir, un "crujiente" sano, rico y nada pesado.
La capa crujiente, o sea, el crumble (parece que así suena más chic) es de frutos secos, con lo que resulta mucho más sabroso que el clásico.
Pero, ¿qué es de un crumble sin una jugosa base de fruta fresca?
Pues una capa crujiente, sin más.
Por eso este está relleno de mi fruta preferida: los arándanos. Además de manzana.
No me preguntéis por qué. Todavía estoy pensando en qué me llevó a decorarlo con frambuesas, teniendo arándanos en la nevera. Soy así de incoherente.
Espero que os guste esta receta y la hagáis en vuestras casas porque es súper fácil y muy rápida de preparar. Además, con el frío que está haciendo últimamente se agradece comer un postre calentito y crujiente, recién salido del horno. ¿Puede haber algo más reconfortante?
Crumble de arándanos y frutos secos:
INGREDIENTES
- 90g de harina
- 60g de mantequilla, cortada en cubos
- 60g de azúcar
- 300g de arándanos
- 150g de frutos secos variados picados (nueces, almendras, avellanas, pistachos... ¡todo lo que tengáis!)
- 1 manzana Golden
PREPARACIÓN
- Precalentamos el horno a 180ºC. Pelamos la manzana, la descorazonamos y la cortamos en cubos. La reapartimos por la base de las fuentes en las que vayamos a hornear el crumble. Lavamos los arándanos, los secamos bien y los disponemos sobre la manzana. Espolvoreamos por encima la mitad de los frutos secos y los removemos un poco con las manos.
- Colocamos en un cuenco la harina, el azúcar y la mantequilla. Con las manos formamos una mezcla parecida a unas migas. Añadimos los frutos secos restantes y mezclamos.
- Repartimos la masa preparada sobre la fruta. Horneamos 30 minutos a 180ºC. Servimos templado.