No sabemos si ya os hemos contado que la madre de una de nosotras parece tener un síndrome... Pudiera parecerse al de Diógenes por eso de acumular y guardar, pero le diferencia el gusto. Sí, el buen gusto respecto a lo qué guardar. Siempre que hace limpieza en algunos de sus múltiples cajones o de sus varios armarios, aparecen tesoros, de los cuales su hija se aprovecha (casi siempre con su permiso...) y rescata del interior de tales "cuevas". Y es que esa mamá sabe que, quien guarda, halla. Su hija, por contra, lo tira todo..., pero sabiendo qué tirar, pues no le tiene apego a las cosas..., a las cosas feas se entiende, que la belleza rige nuestra razón de ser. Esa concepción que nos une a ambas partes de Retro y con encanto, nos hace ser, por eso de nuestro "especial" espíritu bohemio (y algo chic), poco cuadriculadas. Pero estas cuadrículas hechas con esmero que hemos encontrado en la casa materna nos ha vuelto a recordar el amor por el croché y por esas pequeñas porciones de lana unidas primorosamente para dar calor a nuestro hogar. Foto Foto Foto Foto Foto Quizás seamos reiterativas, pero hay cosas que merecen ser repetidas, y estos primores se han ganado un nuevo post. ¿Cómo lo veis?