Cuadros modernos de vidrio llenos de colorido

Por Elisa @elizzaflow

Con cuadros de vidrio y pegamento con brillo conseguirás cuadros modernos y originales que llenarán de color una estancia.

Los vitrales tienen su origen en la Edad Media y se establece una evolución que va desde el siglo XIII hasta su mayor momento de esplendor, durante el desarrollo del arte gótico. El diseño habitual de la primera época consistía en símbolos religiosos o históricos pintados con esmalte, aunque éste fue evolucionando a lo largo de los siglos posteriores hasta conformarse mosaicos geométricos donde la mezcla de color domina la pieza. En la actualidad, este tipo de arte ha quedado relegado a pequeños círculos de artesanos que pintan a mano con pinturas especiales. ¿Qué os parece si vemos como convertirnos en artesanos y crear nuestra propia pieza de museo?

Materiales:

  • Pegamento con brillo
  • Colorante de alimentos
  • Pinceles/bastoncillos
  • Marco

Como veis, los productos que proponemos son accesibles, lo que a la hora de la verdad facilita enormemente el proceso.

Los primero que debemos hacer es quitar la tapa trasera del marco. Trabajaremos únicamente con el cristal, y éste quedará visible tanto desde la parte delantera como desde la trasera. Por ello, debemos conseguir un marco ancho, que no necesite la solapa trasera (de la tapa) para permanecer en vertical. El color del marco puede ser el que quiera, aunque es recomendable que contraste con los colores escogidos para dar color al mismo. Antes de empezar con el proyecto propiamente dicho, limpia el cristal a conciencia y vuelve a colocarlo de forma que quede bien sujeto.

En este punto es donde empieza la diversión y donde la creatividad que cada una lleva dentro puede explotar. Aplica el pegamento con brillo y el colorante de alimentos a lo largo y ancho del cristal. Para esparcir mejor los productos, sírvete de los pinceles y los bastoncillos. Realmente, puedes utilizar cualquier objeto que creas que le dará textura y profundidad. Como bien muestra la imagen inferior, es una actividad fantástica para realizar con niños: fomenta la creatividad, trabajan los colores, la mezcla de los mismos y hasta el trabajo en grupo.

Cuando hayas acabado de pintar, deja secar el cuadro durante 24 horas. La obra de arte, con magníficos acabados artesanales, estará acabada. Si colocas el cuadro en un punto en el que le dé la luz, el efecto de color se intensificará y lucirá de maravilla.

Por último, no te limites a el ejemplo expuesto, innova. ¿Qué te parecería un efecto gotas de pintura cayendo desde la parte superior? ¿Y tú, tienes alguna idea?

Fuente: bitzngiggles.com

Imágenes: bitzngiggles.com