El promedio de libros leídos al año por un islandés se sitúa en unos 40 títulos (en España estaríamos en torno a los 8,7 libros al año, según el CIS). A pesar de ello, Islandia sólo cuenta con un Nobel de Literatura, el escritor Halldór Laxness, premiado en 1955 por “su vívido poder épico con el que ha renovado el gran arte narrativo de Islandia”.
Los impresionantes paisajes islandeses, sus imponentes volcanes y sus preciosos arroyos parecen ser el escenario perfecto para las narraciones. Y quizás también sus bajas temperaturas invernales ayudan a que sus habitantes dediquen gran parte de su tiempo a la lectura. Un hermoso país con una larga tradición literaria que se concentra especialmente en el jolabokaflod o la “Corriente Navideña del Libro” es la época del año en la que se publican más libros, ya que en Navidad todos los islandeses regalan y reciben libros.
El novelista Solvi Bjorn Siggurdsson explicaba así las claves de la profunda tradición literaria de su país: “Somos una nación de narradores de historias. Cuando estaba oscuro y hacía frío no teníamos nada más que hacer. Gracias a los poemas de Edda (colecciones de historias relacionadas con la mitología nórdica) y a las sagas medievales, los islandeses siempre hemos estado rodeados de cuentos. Además, después de la independencia de Dinamarca, en 1944, la literatura ayudó a definir nuestra identidad”.