¿Cuál es mi tipo amoroso?

Por Virginia Picó

El gran escritor francés Stendhal dejó escrito un libro titulado “Del Amor” en donde expone su famosa teoría sobre la cristalización amorosa y los cuatro tipos de amor.

De la cristalización amorosa hablaremos otro día. Ahora aquí comentaremos los tipos amorosos :

Amor-físico. Todo el mundo, menos el Papa y algunos cardenales, lo ha experimentado alguna vez en su vida, sobre todo en el Instituto y pistas de baile. Intenso, dulce , salvaje, instintivo. Hay quien se vuelve tarumba con este tipo de amor y de ahí no pasa.

Amor-pasión. El amor de las novelas románticas. Los amantes, envueltos en su felicidad, consideran esta unión como la culminación de sus existencias. Sienten que sus vidas están  predestinadas a encontrarse inevitablemente y para siempre.

Acostumbra a pasar, sin embargo , en este tipo de amor , que este fuego apasionado del que se alimenta, arde espléndido pero se consume rápido.

Para evitar que se extinga hace falta renovar el combustible , es decir, echarle imaginación y entrega a tiempo completo  y también , por desgracia, algo de dinero. Es un amor que no compagina con una comunidad de vecinos,  con vencimientos hipotecarios, con trabajo asalariado…

Los más desesperados o ingenuos – que es lo mismo – se casan sin hacer caso de la advertencia de Stendhal, de que  para este tipo de amor no es adecuado el matrimonio – ¿ Lo es alguno, diría un escéptico ? – Ni los hijos, por supuesto.

Es un amor sin futuro, pero su recuerdo puede llenar toda una vida. A veces vemos una persona de edad en un parque, sentada en un banco, concentrada en sí misma. ¿Quizás está recordando aquellos momentos tiernos y alegres?. Sus últimas armonías resuenan todavía en su cabeza. Aguza el oído e intenta acallar los ruidos del presente para percibir  mejor , en el rincón apartado,  su sonido puro y agonizante ya,  que viene de lejos.

Amor-vanidad. Es el amor de los que están de vuelta de muchas cosas. Que han corrido lo suyo en esta disciplina, y se pueden permitir el lujo de llevar al lado una mujer o un hombre que suscite la envidia en los demás. Hay personas así, que quieren poseer aquello que mucha gente desea. Como dice Stendhal :” la vanidad más o menos halagada, más o menos picada, arrebata como el amor. A veces participa del amor físico, pero ni siquiera siempre.”

Amor-placer. Es el amor de las almas calculadoras aunque sensibles. Es un amor programado, diseñado para extraer de él el máximo placer a largo plazo. Requiere tiempo y es enemigo de la precipitación, del ansia. “No es espontáneo – de nuevo Stendhal – pero es delicado. Interviene en él más la inteligencia que la pasión. Ya que mientras el amor pasión nos arrastra por encima de todos nuestros intereses, el amor placer sabe siempre conformarse a ellos.”

Este amor, si se mantiene, puede llegar a resultar magnífico, pues al no plantearse grandes expectativas  evita más fácilmente desconfianzas y celos y facilita que entre la pareja además de amor haya amistad.

Como Stendhal fue un hombre apasionado aunque poco retribuido por las mujeres que amaba devotamente, nos recomendaría sin dudarlo el segundo tipo de amor. Pero como también era un burgués sensible e inteligente y se miraba al espejo sin engañarse a sí mismo (pesaba un quintal), nos aconsejaría ir a lo práctico y pasar al cuarto, que tampoco consiguió, pues murió soltero. En fin, un cóctel de los cuatro tampoco estaría mal, no os parece ?

Y leed algo de Stendhal si no lo habéis hecho ya !