La fibromialgia es un trastorno extremadamente peculiar, pero sigue siendo un desorden desalentador y muy grave, que afecta a casi uno de cada veinte estadounidenses. El trastorno de la fibromialgia se ha definido como un dolor musculo – esquelético que se propaga por todo el cuerpo y que es a menudo comparado con varios síntomas y condiciones, incluyendo la fatiga crónica, pérdida ocasional de la memoria, alteraciones graves del estado de ánimo, y puede alterar los patrones de sueño y crear problemas para dormir.
Los investigadores de la enfermedad de fibromialgia han señalado el hecho de que las personas con fibromialgia a veces pueden verse afectados por sensaciones dolorosas aumentadas que hacen que el cerebro se vuelva demasiado receptivo al dolor y la fatiga.
El trastorno de la fibromialgia afecta más a la población femenina que a la población masculina. Las personas diagnosticadas con fibromialgia a menudo afirman que experimentan dolores de cabeza tensionales o migrañas, y sufrirán un cierto trastorno de la articulación conocida como trastorno de la articulación temporomandibular, o ATM. A veces, el síndrome del intestino irritable, o lo que se conoce como el SII, se puede combinar con, o posiblemente causar, la fibromialgia.
Además, sentimientos de ansiedad y estados severos de depresión se han encontrado en pacientes con fibromialgia. Las principales causas de la fibromialgia tampoco han sido encontradas. Sin embargo, se ha observado que en muchos casos los síntomas asociados a la fibromialgia comienzan a aparecer después de haber atravesado por algún tipo de trauma físico, tras una cirugía mayor, y en raras ocasiones, después de que la persona ha estado lidiando con una gran cantidad de estrés emocional.
También se ha documentado que, en algunas ocasiones, una infección puedo haber desencadenado los síntomas de la fibromialgia. En la actualidad, ninguna cura verificable de la fibromialgia ha sido identificada, pero hay un par de opciones a disposición de las personas con fibromialgia para ayudar a aliviar los síntomas.
Si bien hay una cantidad limitada de estas opciones para que la gente pueda deshacerse de la enfermedad, varios medicamentos y algunos remedios naturales o caseros se han utilizado para tratar los síntomas y tener al menos un poco de éxito en el alivio de los síntomas aunque sólo sea por un tiempo corto.
También se ha informado de que el ejercicio adecuado, la adopción de una dieta saludable, y el uso de varias actividades para reducir el estrés, y algunos métodos de relajación probados, pueden ayudar a calmar o aliviar los síntomas.
Fibromialgia Primaria
La fibromialgia primaria, también conocida como la fibromialgia idiopática, puede ser muy difícil de tratar porque no hay pistas concretas sobre lo que provoca el trastorno. Los expertos han evitado llamar a la fibromialgia primaria una enfermedad por esta razón, y, en su lugar, han optado por llamarlo un trastorno disfuncional.
Se ha teorizado que el trastorno de la fibromialgia primaria es causado por un conglomerado de respuestas biológicas del cuerpo al estrés. Las personas que son más propensas a estas tensiones están en un mayor riesgo, debido a sus historias con el estrés y sus respuestas negativas al mismo, o posiblemente, por su historial genético.
En un estudio reciente que se llevó a cabo en los hijos de madres que fueron diagnosticados con fibromialgia, se determinó que casi el treinta por ciento de esos niños también desarrolló este trastorno disfuncional. El estudio se realizó en los niños que no tenían diferencias en términos de trastornos psicológicos, pero que también habían sido diagnosticados con el trastorno de la fibromialgia o nunca desarrollaron la enfermedad.
Otro estudio que se realizó, explicó que cerca de dos tercios de los padres de los niños que fueron diagnosticados con el trastorno de la fibromialgia, han informado alguna vez algún tipo de dolor crónico en su historia adulta. De estos padres, el diez por ciento de sus hijos fueron diagnosticados con fibromialgia.
La cercanía familiar no puede ser identificado como un factor primordial, pero hay que señalar que un estudio examinó la gravedad de los síntomas de la fibromialgia en niños que habían sido diagnosticados con el trastorno y tenían padres con más problemas al afrontar el dolor de sus hijos, y los síntomas eran bastante más altos que los que tenían a padres más solidarios y disponibles emocionalmente. Esto, por supuesto, no es determinable por pruebas concretas.
Alteraciones crónicas del sueño
Ha habido algunas señales observadas por investigadores y expertos en fibromialgia primaria que muchos pacientes que han sido diagnosticados con el trastorno habían sido objeto de algún tipo de patrón de sueño perturbado. Estas personas habían notificado a su médico en el pasado, antes de ser diagnosticados, que no habían estado durmiendo bien y que con frecuencia su sueño se veía interrumpido por varios factores.
Se han realizado varios estudios llevados a cabo para encontrar algún tipo de correlación entre las alteraciones en los patrones de sueño y el eventual desarrollo del trastorno de la fibromialgia primaria. Uno de los estudios realizados tenía voluntarios que nunca habían sido diagnosticados de fibromialgia, pero reportaron que tenían los mismos dolores atribuidos a la enfermedad de fibromialgia, después de que habían sido objeto de interrupciones del sueño profundo en varias ocasiones.
A partir de este estudio, y otros relacionados, se puede sugerir que las alteraciones en el sueño profundo de una persona en la noche, puede ser en realidad un factor que desencadena el sistema inmunológico del cuerpo y, eventualmente, causar el dolor y la inflamación que se asocia comúnmente con el trastorno de la fibromialgia primaria.
La fibromialgia primaria es el más común de todos los dolores musculares generalizados. El trastorno afecta actualmente a casi el dos por ciento de la población. Se ha documentado que las dos terceras partes de todos los individuos que han sido diagnosticados con el trastorno de la fibromialgia son, de hecho, mujeres.
Todavía no hay una investigación verificable que apunte a una causa exacta para el sesgo de esta enfermedad, que muestra a las mujeres como más propensas a padecerla que a los hombres. Además, se ha evidenciado que la gravedad del trastorno de la fibromialgia es significativamente mayor en las mujeres que han sido afectadas por ella, en comparación con los hombres.
Existe alguna evidencia que muestra que las personas con familiares que han sido diagnosticados con el trastorno son más propensas a desarrollarla. Aunque el trastorno es bastante inusual, la tasa de incidencia que rodea la enfermedad se está volviendo más y más frecuente en muchas poblaciones, incluidas las niñas. Las investigaciones deben buscar identificar las causas principales de la enfermedad, antes de que puedan encontrar una cura justificada para ello.