La influenza simula un resfriado común; en poco tiempo la persona enferma seriamente, con fiebre alta, tos seca, malestar general, dolor ardoroso en el pecho, dolor de cabeza y garganta. Se debe guardar reposo y tomar muchos líquidos. La alerta para hospitalizar de inmediato al enfermo es la dificultad para respirar. Ante la duda es preferible consultar al médico o acudir al hospital.
La mejor manera de prevenir estas infecciones es mediante la vacunación. La vacuna de la influenza se hace con los tipos (cepas) de virus inactivados (muertos) que las autoridades consideran causaran la enfermedad en el invierno siguiente. Al cultivarse en embriones de pollo, las personas alérgicas al huevo pueden tener
La vacuna debe aplicarse anualmente, vía intramuscular en el brazo, a partir de agosto y durante el invierno; la protección es por 10 meses.
Recordar: en el hemisferio sur la influenza estacional ocurre de abril a septiembre y todo el año en los trópicos. Es necesario llevar un Carnet de vacunaciones.
La vacuna anti-neumococo se prepara contra 7,13 o 23 variedades de bacterias. Su efectividad aumenta conforme aumentan los tipos incluidos en ella, aunque su costo también se incrementa. La protección es duradera; si se cuenta con la vacuna de 23 valencias se debe vacunar (nuevamente) a los mayores de 65 años y su aplicación debe ser única; con las otras vacunas debe ser cada 5 años.
Las vacunas pueden administrase simultáneamente, siempre y cuando se realice con jeringas y agujas diferentes y en lugares diferentes; por ejemplo, una en cada brazo.
Muy Importante: se recomienda vacunar a familiares, principalmente niños (desde los 6 meses), al personal de salud y a cuidadores de adultos mayores para disminuir en ellos la frecuencia de estas enfermedades y sus complicaciones. Cuando se tenga una enfermedad aguda con fiebre y malestar, deberá esperarse a que se resuelva este problema o enfermedad y luego vacunarse.
Importante: La vacunación no produce ni resulta en la enfermedad que se quiere prevenir; los cuadros de enfermedad respiratorio pueden coincidir con ella. La vacunación no cambia la aparición de molestias y problemas respiratorios durante el invierno. Esto no debe de influir en la necesidad de protegerse mediante la vacunación.
Autor:
Dr. Enrique Vargas Salado
Médico Geriatra
Profesor Titular, Departamento de Medicina y Nutrición - Campus León de la Universidad de Guanajuato
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