Además de llevar a nuestros hijos a la práctica de fútbol, mientras el resto del equipo sigue en la cancha, y asegurarnos de estar en el aeropuerto antes de la salida de nuestro vuelo, pensamos: en realidad, ¿qué es el tiempo? ¿Son los segundos entre los minutos que componen nuestro día lo que evita que todo ocurra al mismo tiempo ¿Existe el tiempo aunque nadie sepa nada de él?
Quizás una pregunta todavía más profunda sería: si las cosas que ocurren en el tiempo están o no están “fijas.” ¿Están los eventos del universo ya inscritos en un cronograma que sencillamente se materializa en nuestras vidas? ¿O es el tiempo maleable en cierto modo? Y si lo es, ¿son sus eventos alterables?
Las ideas convencionales sugieren que el tiempo solamente se mueve en una dirección: hacia delante, y lo que ya ha ocurrido, está de hecho grabado en la tela del tiempo y del espacio. Sin embargo, la evidencia experimental indica que nuestras ideas del pasado y del presente pueden no ser claras y ordenadas. No solamente parece que el tiempo se mueve
en dos direcciones, como postuló Einstein, además parece que las elecciones de hoy pueden en verdad cambiar lo que ocurrió ayer.