¿Cuál es la causa más común de la asistencia a un servicio de urgencias? ¿Por qué un paciente decide ir a Urgencias de su centro hospitalario más cercano? En nuestros países, estos servicios siempre se han encontrado masificados por patologías de todo tipo. Desde verdaderas urgencias hasta los más inimaginables motivos de consulta.
Coronavirus y el miedo de ir a urgencias
Sin embargo, nuestro “nuevo compañero de aventuras”, el coronavirus, no solo está modificando nuestra rutina más ordinaria que hoy en día echamos tanto de menos sino también a modificar nuestro modo de entender la enfermedad. De divagar sobre lo que es “urgente” y “lo que no lo es tanto”.
Hemos pasado de colapsar las urgencias a dudar sobre si acudir o no a estas. Desde que comenzó la pandemia, nuestro concepto de salud se ha mermado hasta reducirse a una valoración constante de 3 o 4 síntomas para sospechar una única cosa: ¿tendré el coronavirus?
No obstante, no todo lo que vemos a día de hoy los sanitarios es coronavirus. Tenemos que valorar tanto el riesgo como el beneficio que implica acudir a urgencias. Hay muchos síntomas, que si aparecen, puede ser mas beneficioso que perjudicial acudir a un servicio sanitario aunque tengamos riesgo de infectarnos.
Infografía: ¿Cuándo ir a urgencias?
Por esto mismo me lancé a crear la infografía que tenéis en la misma página sobre una serie de síntomas que tienen que hacer saltar la alarma y acudir a un centro sanitario con urgencia (ya sea vuestro centro de salud o el hospital de referencia).
Como podéis comprobar, en la propia infografía destaco 5 apartados en los que voy a desglosar cada uno de los síntomas:
ANUNCIO- Cabeza/sistema Nervioso Central
- Corazón / Sistema cardiovascular.
- Sistema digestivo
- Sistema Génito-Urológico
- Miembros inferiores.
Como podéis apreciar, no hago inclusión a los pulmones y al sistema respiratorio. Esto es porque, aunque el tema propio del post sea ofreceros una pequeña guía sobre los síntomas que os tienen que hacer acudir a urgencias, no se puede negar la presencia del propio coronavirus y del gran estrago que está generando en nuestra sociedad.
Es por ello por lo que decido no incluir la clínica respiratoria en el post, puesto que es la más destacada (aunque no la única) en la propia infección. Por esta razón, en cuanto a lo que se refiere a Coronavirus, recomiendo seguir las instrucciones decretadas por autoridades sanitarias.
Una vez explicado el contexto por el cual hago dicha infografía voy a desgranar un poco cada sección para intentar generar las menos dudas posibles; pero sobretodo, para intentar evitar, y entiendo que se hace muy difícil, preocupaciones innecesarias y tendencias hacia la propia hipocondría, comprendiendo servidor que este tipo de información dirigida hacia un público no sanitario pueda generar miedo y confusión. Espero no causarlo y que os sea tremendamente útil.
¿Cómo se mide el dolor en Urgencias?
Antes de empezar, vais a ver en muchas secciones que hago referencia a dolor intenso. Este adjetivo es tan subjetivo que a mis propios pacientes siempre les ayudo para clasificarlo con una regla bastante gráfica: Imaginen que el número 0 es aquella situación en la que no tienen ningún tipo de dolor.
Con ello me refiero a que se encuentran en las mejores condiciones posibles. No duele nada. Por otro lado, el valor 10 es la peor situación de todas en cuanto se refiere al dolor. Imaginad la amputación de algún miembro o que le queman vivo/a como los que cometían herejías antiguamente.
Si esa valoración subjetiva es igual o mayor a 7 (podríamos dudar con una valoración de 6), llamaremos a ese dolor intenso.
Cabeza/sistema nervioso.
Esta sección junto con el apartado de “corazón y sistema cardiovascular” son las que pueden generar más confusión y miedo por parte del personal no sanitario. Es por ello por lo que debemos hacer un llamamiento al sentido común y valorar lo más objetivamente posible la información proporcionada.
Dolor de cabeza intenso (cefaleas)
La cefalea es el síntoma neurológico más común dentro de este apartado. Constituye una de las grandes incidencias clínicas tanto en el servicio de urgencias como en atención primaria y en la consulta del especialista.
La mayoría de los dolores de cabeza son benignos, aunque debemos de saber identificar cuando este tiene características urgentes.
Como he mencionado anteriormente, debemos de clasificar la cefalea intensa con la regla que os he dado.
Una vez clasificada nuestra cefalea, nos detendremos en los siguientes síntomas acompañantes o características de la cefalea para que nos ayude a acudir o no a urgencias. Debo ir si tengo una sola de estas características o síntomas acompañantes:
Este dolor de cabeza intenso es de aparición espontanea y muy fuerte: cuando me refiero a cefalea espontanea, no me refiero a una cefalea que lleva una semana molestando… Me refiero a que en cualquier momento, sin tener clínica previa, de manera aguda y repentina, aparece esta cefalea caracterizada por nosotros mismos como intensa. Estoy hablando de un dolor de cabeza repentino y posiblemente “el peor dolor de cabeza” que ha tenido nunca. - Un dolor de cabeza que me despierta por la noche: no confundáis este apartado. No me refiero a una cefalea que no deja dormir. A lo que se refiere este término es al momento en que me encuentro en plena fase del sueño y una cefalea me lo interrumpe; me despierta.
- Que se acompañe de una temperatura corporal mayor de 38ºC. Puede acompañarse también de tiritona y escalofríos.
- Que se acompañe solo de tiritona y escalofríos sin la temperatura alta: este apartado es un poco más subjetivo que los demás y debo pedir un poco más de sentido común. Esta tiritona no tiene que estar relacionada con un ambiente frío. Estos síntomas pueden ser el inicio de una complicación aun teniendo la temperatura normal. Podría ser el punto más indeciso de todos, por lo que pido disculpas de antemano y espero no generar mucha confusión.
- Que se acompañe de entumecimiento y/o alteración de la movilidad de cualquier parte del cuerpo: si el anterior apartado es el más confuso de todos, este creo que puede llegar a ser el más básico. Cualquier clínica de este tipo nos haría acudir a urgencias.
- Que se acompañe de cambios de comportamiento: en esta “subsección” hago referencia a un dolor de cabeza más larvado. Digamos que un 4 o 5 en nuestra escala subjetiva… pero que lleva tiempo molestando y está haciendo que encuentre continuamente las situaciones cotidianas más irascibles. Esto también puede servir para los familiares y amigos que detecten un cambio brusco en el comportamiento de ese ser querido. Puede ser desde un cambio violento hasta un comportamiento que tachemos de “raro”.
- Que se acompañe de alteraciones visuales o de la movilidad ocular: la movilidad ocular me refiero con la alteración de la posición del ojo con respecto a la situación basal que partimos.
- Que se acompañe de convulsiones, ausencias o movimientos anormales con cualquier parte de nuestro cuerpo: existen mucho tipo de convulsiones además de las que conocemos todos (pérdida de conocimiento con movimiento muy intenso y llamativo del cuerpo). Sin embargo, estas son las menos frecuentes que nos vamos a encontrar.
Que aparezca de manera aguda una de las siguientes situaciones:
Al único apartado al que le voy a dedicar una sospecha diagnóstica es a este. Contradictoriamente a su importancia, no necesita de una gran expansión por mi parte, debido a la gravedad y urgencia con la que se debe de actuar. Con ello me refiero a la sospecha de Ictus.
El hecho de que aparezca de manera aguda una de las tres situaciones siguientes debe de hacernos correr a la hora de acudir a un centro de urgencias o llamar al servicio sanitario:
- Alteración de la sensibilidad, de manera AGUDA en cualquier parte de nuestro cuerpo.
- Alteración de la movilidad, de manera AGUDA, en cualquier parte de nuestro cuerpo.
- Alteración del habla, de manera AGUDA, en cualquier parte de nuestro cuerpo.
Me tomo la libertad de dar una serie de consejos que, aunque poco pragmáticos, pueden ser de utilidad ante la sospecha de que nos encontramos con cualquiera de estas tres situaciones. Pidamos al paciente 3 cosas:
- Levantar ambos brazos
- Pedir al paciente que sonría enseñando los dientes
- Pedir al paciente que diga una oración medianamente compleja como “quiero ir al supermercado porque se me han acabado las patatas para hacer puré”.
Si en cualquiera de estas acciones el paciente es incapaz de realizarlas y aparecen de manera aguda (siento la redundancia), es cuando deberemos de acudir con urgencia al hospital.
La presencia de convulsiones, ausencias o alteraciones de la movilidad
Además de las explicadas anteriormente, debemos de saber que como convulsión también existen otras como:
- Ausencia: esta es aquella crisis en la que, aunque a primera vista parezca el paciente despierto, nos damos cuenta de que se encuentra “desconectado” del medio. No responde y puede llegar a hacer lo que llamamos automatismos. Estos consisten en acciones básicas del cuerpo humano como son el “chupeteo”, parpadeo irregular…
- Movimientos involuntarios: que una parte de nuestro cuerpo se mueva de manera involuntaria, a gran escala (por ejemplo un brazo, una mano, una pierna…), también podríamos considerarlo convulsión y tendría que ser llevado a estudio.
Golpes en la cabeza:
En esta sección ha de ser fundamental el sentido común.
Cualquier paciente que tome la siguiente medicación y reciba un golpe en la cabeza de moderada/fuerte intensidad debe de acudir a un centro hospitalario.
Antivitamina K:
- Sintrom®(Acenocumarol)
- Aldocumar® (Warfarina)
Heparinas:
- Enoxaparina (Clexane®)
- Bemiparina (HIBOR®).
- Tinzaparina
- Fondoparinux
- Deltaparina
- Heparina Sódica no fraccionada.
Nuevos anticoagulantes:
- Xarelto® (Rivaroxabán)
- Pradaxa® (Dabigatrán).
- Eliquis ® (Apixabán).
- Lixiana® (Edoxabán)
Creo que la información restante no necesita aclaración.
Corazón/sistema nervioso cardiovascular.
Al igual que el sistema nervioso, el corazón es uno de los órganos que mas he percibido que genera duda y miedo. Vamos a intentar aclarar estos síntomas:
Dolor torácico
Al igual que en los demás campos, apelo a la objetividad como modo de razonamiento. Debemos de tener suficiente sangre fría para discernir en lo que es un dolor torácico importante del que le tenemos que restar importancia. Para ello podemos intentar centrar las siguientes características:
- Dolor opresivo: imaginen que una persona está presionando con la palma de su mano sobre su pecho. Esa sensación es la que debe de llamarles la atención. Cuidado, porque una crisis de ansiedad también puede generar este tipo de síntoma. Si además esta “opresión” se acompaña de: dolor en el brazo, especialmente izquierdo, y/o dolor mandibular, fomentará nuestra decisión de acudir al hospital.
- Dolor agudo: ese dolor torácico puede a veces referirse a un dolor agudo en la boca del estómago que no mejora. Aquí deberemos de tratarlo con “pinzas” debido a que puede estar relacionado con patología NO urgente. Si somos pacientes de riesgo cardiovascular (obeso, fumador, hipertenso o que tomo pastillas para la tensión, diabético (en especial diabetes tipo 2), o tengo el colesterol alto (o estoy tomando pastillas para ello) y aparece este dolor agudo que no se calma podría hacernos que acudamos urgencias.
- Angina estable: si sufro de angina estable ya diagnosticada, tengo medicación para el momento agudo y no mejora el dolor al tomarme dicha medicación debo de acudir a urgencias.
- Síncope: respecto a la pérdida súbita del conocimiento no creo que sea necesario más comentarios de los descritos.
Sintomatología de nueva aparición
Lo mismo ocurre con la sección de “Aparición nueva de”. Basta con que se sigan las indicaciones de la infografía
Enfermedades del pericardio
El pericardio es una doble capa protectora que tiene nuestro corazón. Aunque nos proteja, también es susceptible a sufrir diversas patologías. A diferencia de la anterior sección que no era necesario que aparecieran todas a la vez, en este caso, para dudar sobre si asistir o no a urgencias si que será necesario que estén todas y cada una de las características que mencionamos:
- El dolor torácico es punzante, como si una persona nos estuviera presionando con su dedo en nuestro pecho.
- Fiebre (>38 grados con termómetro).
- El dolor se calma cuando nos inclinamos hacia delante.
- Si he tenido una infección pasada hace 1 – 2 meses
Dolor intenso y desgarrador
Para terminar con esta sección de la infografía la aparición de dolor muy intenso (9-10) caracterizado como “desgarrador” y dirigido hacia la espalda tiene que ser una característica muy alarmante.
Sistema digestivo.
Los síntomas de este sistema son los más comunes de todos. Es por ello por lo que debemos tener precaución a la hora de considerarlo.
Un dolor abdominal aislado, puede ser síntoma de muchas patologías benignas. Sin embargo, puede hacernos sospechar de alguna complicación si se acompaña de lo mencionado en el póster.
Dolor abdominal y otra sintomatología acompañante
Un dolor abdominal que se acompaña de alguna deposición líquida sin ningún tipo alteración no tiene porque llamarnos la atención. Sin embargo, si se acompaña de fiebre (mayor de 38ºC) es posible que necesitemos otro tratamiento al reposo relativo que tenemos en casa. Lo mismo ocurre con la presencia de tiritona o escalofríos. Nos puede indicar la existencia de algún tipo de complicación.
Es normal que si nos encontramos ante un dolor abdominal que nos impide estar en nuestras mejores condiciones, no tengamos muchas ganas de ingerir ningún tipo de alimento o líquido. Sin embargo, si nos tiramos más de 24 horas sin ingerir nada acompañado del dolor abdominal, deberíamos de acudir a un servicio sanitario a que nos hagan una valoración médica. Debemos de darle mayor importancia a la ingesta nula de líquidos más que de sólidos.
Presencia de Ictericia
Si tenemos un color de piel negra o nuestro tono es moreno, es posible que valorar el tono amarillo de esta o, lo que nosotros llamamos ictericia, puede resultar muy difícil. Es por ello por lo que un “truco” para comprobar este signo puede ser mirar la esclerótica del ojo (parte blanca de estos). En los pacientes caucásicos es más fácil esta comprobación; pero en los pacientes de piel negra debemos tener en cuenta que un leve tono amarillento puede ser normal en esta parte de los ojos.
Alteración en el patrón y cambios en las deposiciones
Las heces patológicas es un término a lo que nosotros nos referimos cuando encontramos en las heces un signo de alarma. Estos son:
- Sangre (puede estar cubriendo las heces o entre ellas)
- Color negro, como el alquitrán. Es necesario que si aparecen este tipo de heces seamos cautos y valoremos dos situaciones que pueden hacer nuestras heces negras sin ser de urgencia ni preocuparnos: si tomamos hierro como parte de nuestra medicación, o si hemos ingerido alimentos con colorantes o tinta negra como por ejemplo arroz negro.
La diarrea es un signo muy común pero que no tiene que preocuparnos de manera excesiva salvo si aparecen síntomas de deshidratación o de tipo patológico como mencionamos anteriormente.
Si aparece un dolor abdominal intenso acompañado de un estreñimiento mayor de 4-5 días sería recomendable una valoración médica.
Si somos pacientes que sufrimos de Crohn o Colitis ulcerosa, la aparición de fiebre, dolor abdominal intenso, aumento de las deposiciones que tengamos de manera basal o el cambio de la normalidad en el aspecto de nuestras deposiciones podría ser un brote debiendo de acudir a un servicio médico.
Deshidratación
Para valorar la deshidratación, sin una analítica en mano puede llegar a ser muy difícil. Pensaremos en ello si aparece:
- Sensación de inestabilidad o de pérdida de fuerza. En especial al levantarme o andar.
- Aparición de pliegues en la piel. Una prueba dirigida que podemos hacer es pellizcarnos la piel y que “las propias arrugas” que nos sale del mismo pellizco tarden en desaparecer o que no desaparezcan. Es decir, que tengamos la piel como turgente.
- Nos encontramos fatigados, con sensación de que nos cuesta respirar, aletargados…
Miembros inferiores.
A las piernas, decidí dedicarle un pequeño apartado en la infografía debido a que pueden ser la ventana que nos haga presenciar la existencia de un problema importante
Además de lo que mencioné en el apartado anterior (“Corazón”), la presencia de estos tres signos debe de hacernos acudir a urgencias de manera rápida. No es necesario que sean los 3 a la vez, pero si pueden hacernos dudar más si solo apareciera 1 síntoma por ejemplo:
- Pierna edematosa
- Pierna caliente
- Cambio en la coloración de la pierna.
Un dato importante sería la información epidemiológica que haría aumentar nuestra sospecha en gran parte:
- Si he realizado un viaje de largo recorrido (a lo que se llama el síndrome de la clase turista).
- Si soy paciente oncológico.
- Si me encuentro tomando anticonceptivos.
- Si sufro de síndrome antifosfolipídico.
- Inmovilización de alguna de las piernas (por ejemplo vendaje o escayola)
- Encamamiento reciente mayor de 3 días.
Al aparecer cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente sumados a las características que he descrito, deberíamos de tener valoración médica.
Sistema uro-genital.
Ya para terminar la presencia de:
- Sangre en orina
- Orinas espumosas
- Orina tipo coñac o “Coca-Cola”
Puede ser un síntoma de que nuestro riñón puede estar sufriendo algún tipo de proceso patológico.
El dolor lumbar intenso, irradiado hacia la ingle (no es necesario que esto aparezca) y el posible acompañamiento de fiebre puede ser indicación de la asistencia médica por patología urológica.
Si aparece algún tipo de úlcera en los genitales y, además, se acompaña de relaciones sexuales de riesgo, puede ser indicativo de infección y deberemos de acudir para valoración médica.
Sangrado vaginal no relacionado con menstruación también debería de tener una asistencia médica
Recomendaciones específicas para otras especialidades médicas
Para terminar, quiero aclarar que no he decidido hablar sobre sintomatología en pacientes oncológicos (o sospecha de este), psiquiátricos y ginecológicos debido a que deberían de llevar una recomendación específica de sus médicos especialistas que puede abordar, cada uno, grandes cantidades de información.
Espero haberles sido de ayuda y no haberles generado o incrementado la preocupación.
Un saludo.
Bibliografía:
- L. Rodríguez García et al. Medicina Interna. Madrid, España Grupo Científico DTM. 2015. Marban. Grupo Científico DTM. 2015
- Richard L. Drake, A. Wayne Vogl, Adam W. M. Mitchell. Anatomía de Gray para Estudiantes. 2º Edición. Barcelona, España. Elsevier. 2010
- José Luis Pérez Arellano. Sisinio Manual de Patología General. 7º Edición. Barcelona, España. Elsevier. 2013.
- Diccionario terminológico de ciencias médicas. Undécima edición. Barcelona. Salvat. 1978
- Friedrich Paulsen, J.Waschke. Sobota. Atlas de Anatomía Humana. 23º edición. Barcelona, España. Elsevier. 2013
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