Cuando sea mayor, quiero ser...

Por Drajomeini @DoctoraJomeini

El Terro quiere ser cocinero. O eso dice. Cada vez que me ve acercarme a la cocina, va corriendo, se calza el delantal, arrima una silla al poyo y pregunta, sonriente: "¿Puedo ayudar? Porfa, mami, porfa". Lo que significa que, en vez de tardar diez minutos en hacer un flan, voy a tardar tres cuartos de hora. Eso ha hecho que vaya escondiéndome hacia los fuegos y cacerolas, como el bueno de la peli de terror, sacando un poquito la cabeza antes de doblar la esquina por si el Terro está al acecho.Susanita quiere ser escritora. Me recuerda tanto a mí que me da pena. Tiene una imaginación efervescente y un vocabulario rico para su edad, fruto de los libros que leemos juntas y, me temo que, también, de la tele. A veces, suelta frases que te dejan KO por su belleza sencilla, como aquel "las nubes son la comida de los aviones". Y, en otras ocasiones, es más cursi que una perdiz con ligas. En mi caso, a los 6 años, quería ser señorita de guagua (De esas que iban, en los tiempos en que la seguridad vial era ciencia-ficción, de pie en el transporte escolar mandando a los niños a callarse y a sentarse). Se ve que eso de mangonear a todo el personal me caló hondo. A los 9 años, quería ser escritora, pintora o actriz. A los 13, comprendí que del arte no se come, así que decidí ser profesora de inglés o de literatura. A los quince, di latín. Al año siguiente, cogí ciencias puras. Veterinaria era mi punto de mira. Al final, me di cuenta de que el animal más animal es el hombre. Y entré en Medicina. Craso error, porque lo que debería haber hecho es ser profesora de gimnasia. De verdad. ¿No os parece un chollazo de trabajo? No tienen que corregir exámenes. Tienen un porrón de vacaciones. Si un alumno te putea, lo pones a correr y a hacer flexiones hasta que quede como los relojes de Dalí. Da igual que no seas deportista (de hecho, mi profesora de gimnasia del colegio tenía un culo en el que cabían los dos tomos del Quijote y sobraba sitio) porque, después de todo, nadie te exige que tú hagas los ejercicios. Y sí, alguno de mi estilo te puede preguntar: "¿Usted está segura de que hacer el mortal en el plinto me servirá para algo en un futuro?" , pero también, en la carrera, me estudié la reología del cuerpo visco-elástico y, salvo comparaciones odiosas con mi michelín, todavía estoy preguntándome para qué sirve. Y, sobre todo, NO TIENES GUARDIAS. Es que soy idiota...