Todos estamos de acuerdo en que en la inmensa mayoría de deportes, hay que mantener a raya la masa grasa y cuidar la ósea y muscular. En teoría, la determinación de la composición corporal y, por tanto, de esos compartimentos, puede obtenerse de varias maneras.
En mis primeros contactos internacionales cuando empecé a desarrollar mi especialidad, por los años ochenta y tantos, pude conocer al autor de un texto que fue un clásico en la medicina del deporte en nuestro país. Era un ginecólogo brasileño, natural de Porto Alegre que decidió hacer su tesis doctoral en Alemania de la mano del Prof. Hollman, una autoridad mundial y director de la Deutsche Sporthochschule en Colonia, se trataba de Eduardo Henrique De Rose. Como presidente, en ese momento, de la Federación Internacional de Medicina del Deporte, ayudó al Dr Iturri en Navarra, al Dr Agustín Alvarez en Guipúzcoa, al Dr Teo Cabanes en Baleares y a mí mismo, en Murcia, a crear la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE). Bueno, pues el texto citado, era un manual de cineantropometría, siguiendo las pautas y ecuaciones que había desarrollado Ros en Canadá. Posteriormente, en Barcelona se creó el Grupo Español en unas jornadas memorables en la que nos formamos una treintena de médicos de toda España, constituyendo el núcleo central de lo que posteriormente fue la cineantropometría y los sucesivos niveles de acreditación en técnicas de composición corporal.
Mi primera publicación en una revista científica fue sobre la determinación de la composición corporal en maratonianos. Al mismo tiempo, pude contrastar estas técnicas con determinaciones más exactas basadas en la determinación de la densidad del cuerpo obtenida sumergiendo al deportista en una piscina y pesándole en ese momento. Estos datos se obtenían en Colonia, en la Escuela de Medicina Deportiva, ya que estaban muy interesados en determinar la densidad ósea que consideraban determinante para la orientación deportiva, algo en lo que trabajaban los alemanes occidentales copiándolo de la política deportiva de los entonces países de la órbita soviética. Allí fui a aprender la técnica y allí tuve las primeras experiencias con deportistas de élite.
He realizado cientos de estudios de composición corporal desde entonces, y he empleado todas las técnicas conocidas, de hecho, en los últimos años decidí la adquisición de un densitómetro por desplazamiento de aire (Bod Pod) que era una copia de las pesadas de deportistas en piscina, pero evitando el medio acuático y haciéndolo en una especie de cápsula espacial.
No obstante, la cineantropometría en su conjunto, es una metodología sumamente interesante ya que nos permite acercarnos a una orientación deportiva en los niños, seria, rigurosa y científica, al tiempo que nos permite diferenciar entre modificaciones compartimentales cuando hay cambios de peso significativos. El uso de programas informáticos permite, en la actualidad, obtener gran cantidad de datos útiles. En mi caso, desarrollamos uno, altamente especializado, basado en el consenso de FEMEDE y utilizable gratuitamente en el acceso: www.salud.tienda(pestaña programa informático)