¿Cuánto puede cobrar un blog por publicidad?

Por Paula Lesina


Por si no lo notaste, el lunes falté sin aviso... Estos son los momentos en los que recuerdo el sensato consejo de escribir algunos post "de reserva" para sobrellevar con elegancia profesional los inconvenientes de la vida cotidiana sin dejar de actualizar el blog. Honestamente, fue imposible escribir una entrada decente ya que un niño de cinco años con fiebre y durmiendo en la cama de sus padres no es precisamente garantía de un descanso reparador. Sin contar con el hecho de que el colecho llega con intercambio de virus y esta madre desmesurada está sintiendo el sospechoso cansancio de la fiebre...

Estas ocasiones de la vida cotidiana son las que mueven a una bloguera hedonista a reflexionar hasta qué punto quiere escribir un blog pro. También representan la oportunidad para re-pensar temas específicos que hacen a la constitución misma del blogueo entendido como actividad laboral (o de soporte a tu actividad laboral):


- Investigación para nuevos temas.

- Secuenciación de contenidos.
- Planificación de post.
- Calendario editorial.
- Frecuencia de actualización.
Podría ampliar la lista de aspectos relevantes pero entonces... ¿qué dejaríamos para el curso de Blogueras pro? Cada uno de los ítems mencionados antes puede tenerte perfectamente sin cuidado... si no tenés aspiraciones. Cuando comenzás a concebir un plan personal -que puede ser de índole financiera o no- para tu rinconcito virtual, entonces, tienen que importarte. Y mucho. Muy particularmente si te interesa monetizar el blog.



Monetizar el blog.



Para variar, el contenido que vas a leer (y que ya juzgarás si es de valor o no para vos) tiene su origen en el más puro devenir. Planifico, organizo y luego surge una idea más interesante sobre la que quiero y necesito escribir. Este es el ciclo de las semanas desmesuradas desde que aumentó la interacción con las lectoras, activé el facebook -que era mi gran olvidado- y recibo en mi correo preguntas relativas a la escritura del blog.

Quiero compartir contigo una de las últimas consultas que recibí porque está estrechamente vinculada con el crecimiento de un blog, la planificación de sus contenidos y los primeros ofrecimientos de publicidad. Es una duda práctica que refiere a la forma de monetización de un blog: 




¿cuánto puedo cobrar por publicidad? 

Como en tantas oportunidades anteriores, quiero aclarar que el material que te disponés a leer representa una opinión personal. Es el desarrollo de la respuesta que le envié a Mariana, de I love púrpura, una bloguera que está recibiendo -con total justicia a mi criterio- las primeras ofertas para publicar material publicitario. Este espacio en el cual los sabores se funden con la memoria, tiene una cuidada estética, una clara orientación temática y poco a poco recibe el reconocimiento de las lectoras. En ese sentido, no es de extrañar que, eventualmente, comience a recibir ofrecimientos puntuales de monetización publicitaria.

Frente a esta situación es natural tener dudas. Ya sea que te hayas planteado -o no- recibir un rédito económico de tu blog, el reconocimiento es halagador y tentadora la posibilidad de obtener un beneficio material del esfuerzo y la constancia que conlleva sostener en el tiempo la escritura de un blog. Ya escribí con anterioridad cuál es mi opinión respecto a la monetización en concepto de publicidad en banners y post patrocinados. Creo que requiere de un cuidado balance para que no devore el estilo natural de tu blog. El que le dio el reconocimiento de tu comunidad lectora y conllevó el interés de los anunciantes. En esta ocasión quiero profundizar sobre el tema. Posiblemente mi post no penetre más allá del sentido común, pero es una oportunidad para pensar en colectivo y recibir tu respuesta en los comentarios, la cual siempre me ofrece una perspectiva enriquecedora. 

Venta de espacios publicitarios.


De las múltiples formas posibles de monetización para tu blog, voy a referirme exclusivamente a la venta de espacios publicitarios en unas condiciones particulares: las de una bloguera que está comenzando en el camino de la aspiración profesional. En este sentido, mi propósito para este post es acotado y quiero comenzar contándote que las variantes para presupuestar patrocinadores van a depender finalmente de un triángulo de intereses a considerar:


- El objetivo de tu blog.

- El volumen de tu tráfico.

- El objetivo y la relevancia del patrocinador.


Si bien existe modelos tales CPC (costo por click) o CPM (costo por mil) son irrelevantes a mi propósito en este post. Por lo cual, bien podemos postergarlos para otra ocasión. En esta instancia, mi naturaleza me obliga a realizar dos puntualizaciones básicas:1- No soy promotora de la publicidad Adsense. Creo que es antiestética y mal enfocado puede tornarse invasiva para el lector.  Se requiere un volumen significativo de visitas diarias para obtener una ganancia razonable y si bien hay formas de lograrlo, sin duda, el beneficio que pueda reportar no amerita el "costo" de tener la página invadida de anuncios.2- Muy distinto es tener un protocolo personal de publicidad para tu blog.  O un "Media kit" que vendría a ser la exposición documentada -pero creativa, por favor- de tus estadísticas, tus logros y la explicitación de los costos por banners, post patrocinados, menciones, colaboraciones, difusión en redes sociales, etc. En este segundo caso es la propia bloguera quien controla qué publica e incide directamente sobre la estética de los anuncios. Insisto en este aspecto porque tiene particular relevancia para mí dado que tanto este tópico como la autenticidad de un blog, me parecen sus piedras de toque. Pero no te equivoques, en disonancia con otras opiniones que he leído, no creo que aceptar auspiciantes tenga la virtud de "hacerte perder la esencia". La publicidad en sí misma no tiene ese poder, salvo que se lo otorgues. Es el exceso el que puede afectar el vínculo con tus seguidores. Si lo único que hay en tu blog son post patrocionados en los cuales resignás tu opinión personal o la calidad de los productos seleccionados por obtener un beneficio económico...entonces sí. Deberías replantearte seriamente tu enfoque.

¿Cuál sería la primera acción consciente frente a una oferta de patrocinio? 

Verificar la fuente, rigurosamente: ¿es legítimo su interés? ¿Qué ofrece? ¿Cuál es su visión empresarial? ¿Qué impresión se llevarían tus lectores al ingresar en esta página? Si las respuestas a estas interrogantes son coherentes con tu propuesta y el anunciante se ajusta a los valores que te interesa promover (hay visiones comerciales con las cuales seguramente no querés que te asocien) entonces, con calma podés establecer un protocolo de publicidad. Que quiero decir con esto: la que pone las reglas en tu blog sos vos. 


Cito particularmente como interrogante la legitimidad de la propuesta porque no siempre el interés de un anunciante es promover su producto o servicio. Existe la posibilidad de que su único interés sea obtener un backlink que lo ayude a posicionarse mejor en las búsquedas orgánicas de Google, o que edulcore una oferta que finalmente te perjudique por el tipo de relación que va a establecer el buscador entre su página y la tuya.


Pero no siempre tenemos que ver el vaso medio vacío... puede ser una estrategia de marketing de pequeñas y medianas empresas seleccionar blogueras nuevas, con buen gusto, dedicación y voluntad de ser profesionales. Es una forma de posicionarse frente a un grupo de lectoras específico a un costo que seguro es más bajo que el de las grandes publicaciones. Sin contar con el hecho de que tu experiencia personal y tu palabra ofrecería a la lectora una experiencia directa del producto o servicio. Si lo pensás un segundo, vas a convenir conmigo que se produce el mismo fenómeno que cuando una amiga te recomienda una crema, un ingrediente o las bondades de una institución educativa.

¿Qué es la publicidad por banner?


Es el tipo de publicidad en la cual se vende el espacio en blanco de un blog. Puede ser en la barra lateral, en la parte superior -antes o después del título-, luego de cada post o en la barra inferior. Obviamente, de la localización de los anuncios dependerá el costo del mismo. Obviamente, establecer un protocolo de publicidad supone que:


- Vos decidís los tamaños y localización de los banners.
- Vos decidís el costo razonable por anuncio y su proyección en tu comunidad.La publicidad por banner en un blog se cobra  por pixeles y en función de una serie de variables específicas como el prestigio (de tu blog o marca personal y de tu anunciante), el volumen mensual de visitas, la especificidad del nicho al que se dirige la publicidad y la proyección del anuncio. Porque no es lo mismo ofrecer un espacio en la barra lateral que un paquete que incluya un post patrocinado y difusión en las redes sociales. También deberías determinar específicamente el lapso de tiempo por el cual el anunciante va a disponer de tu espacio, la prolongación de la campaña en tus redes y una larga lista de etcéteras que no deberían desvelarte inicialmente sino cuando la publicidad sea la forma de monetización exclusiva de tu blog y quizás de tu estilo de vida. 

¿Cuánto cobrar por el espacio en mi blog?


Respecto a los precios es difícil realizar una estimación sin tener en cuenta detalles tales como las estadísticas del blog o la relevancia de los patrocinadores. De todos modos, quiero recalcar que la decisión final siempre será tuya pero también es tuya la responsabilidad de lo que se ofrece a tus lectores. 

Mi sugerencia para quienes se inician en este terreno y lo hacen de la forma desmesurada (es decir: artesanalmente y sin grandes pretensiones marketineras) es establecer un coeficiente de cobro fijo por el tamaño del anuncio. Es lo más sencillo de fijar y a su vez podés realizar el seguimiento de los pagos sin complicarte la existencia con las variaciones o fluctuaciones del tráfico en tu blog que suponen los sistemas por click. Otra posibilidad es que realices tu propio algoritmo de venta:


- En función del espacio que estás cediendo: el promedio de un anuncio es 125x125 pixeles. Son anuncios pequeños pero visibles que se colocan en la barra lateral y permiten disponer de una gran cantidad de anunciantes, incluso en dos columnas. Pero si alguien quiere anunciar en tu cabecera, obviamente la variable de costo no puede ser la misma y si quiere un banner de mayor tamaño tampoco.

- Estableciendo un ranking de anunciantes: no es lo mismo negociar con una gran empresa multinacional que con un un negocio local. El día que la Coca Cola me descubra, le cedo toda La Desmesurada a cambio de una provisión de por vida del líquido elemento sin restricciones de consumo diario y con delivery. Faltaba más.


- Explicitando la duración, proyección e intensidad de la publicidad: podés pensar en pagos mensuales, con una mención de presentación y la correspondiente difusión del día en tus redes sociales. O simplemente cambiar productos por una mención. En este sentido, lo esencial es qué tan cómoda te sientas utilizando el producto y promocionándolo.

- Considerando quién va a diseñar el anuncio. Porque si además de realizar el seguimiento tenés que disponer de tu tiempo para diseñar el modelo de anuncio, sin duda deberías cobrarlo. O al menos tener en cuenta cuál es la tarifa del profesional que te ayudaría en este tema.

Para finalizar sin que te supere el pasmo, quiero que piensas que en establecer un sistema de pagos efectivo.  Lo cual supondría un post aparte más allá de estas primeras reflexiones. Por otra parte, no podés ignorar que realizar el seguimiento de estos pagos va a suponer un trabajo adicional (al que ya realizás en el blog) salvo que cuentes con la ayuda incondicional y no remunerada de un marido con visión empresarial, un hijo economista o una amiga contadora. 
Si te interesa en profundizar en este tema, no tenés más que dejar un comentario con tu inquietud y sin duda voy a darle respuesta tarde o temprano. Además, te recuerdo que podés suscribirte gratuitamente al curso de introducción para Blogueras pro, porque ya estamos en la cuenta regresiva y quién sabe, de pronto no es tu objetivo al bloguear, pero como el conocimiento no ocupa lugar y versa sobre cómo crear contenido que emocione...