Cuatro bodegas con arquitectura de alto impacto en el Este de Uruguay

Por Pallares
  • Arquitectura
  • bodegas
  • Garzón.
  • Punta del este
  • turismo
  • uruguay

Cuando el mundo del vino se abre al arte a través de prestigiosos proyectos, el resultado no puede ser otro que una propuesta multisensorial que combina paisajes naturales idílicos con modernas instalaciones. Y en este sentido, las oportunidades de enoturismo al este en Uruguay son cada vez más valoradas no solo por su legado gastronómico y cultural, sino por la sofisticación de bodegas altamente tecnificadas que destacan por su arquitectura y diseño.

Rodeadas de increíbles viñedos y firmadas por los estudios más prestigiosos, estos establecimientos ofrecen un encanto personal que es digno de conocer durante cualquier época del año, aunque por supuesto, durante los meses de enero y febrero los racimos próximos a la cosecha son un espectáculo en sí mismos. Sea cuando sea, vale la pena iniciarse en este paseo por los templos bodegueros más emblemáticos del este.

BODEGA GARZÓN

Ubicada en el kilómetro 175 de la ruta 9, en el departamento de Maldonado, Bodega Garzón es una de las mayores productoras de vinos de alta gama de América del Sur, que con su espectacular edificación imprime un cambio de paradigma en toda la región.

El diseño de la bodega concebida por el ingeniero argentino Alejandro Bulgheroni estuvo a cargo del estudio Bórmida & Yanzón de la provincia de Mendoza, que supo integrar a la perfección una arquitectura estructural con tecnología de punta bajo los cánones de trabajo sostenible desarrollados por Samconsult.

En este paraíso terrenal de más de 19 mil metros cuadrados reposan 700 hectáreas de olivos y 217 hectáreas de viñedos con más de una docena de diferentes variedades uvas, constituyendo un espacio extraordinario en un paisaje que nada tiene para envidiarle a la bella Toscana italiana.

La bodega incluye la planta para elaborar 500 mil litros de vino por año y un sector social con restaurante, wine bar, sala de usos múltiples, lounge y club con membresía internacional. La estructura y la escala de las instalaciones están pensadas en función de la topografía del paisaje, el área bodeguera se hunde en las cotas bajas y la zona turística se expande en un balcón natural con perspectiva de altura hacia los viñedos.

Todo el interiorismo llevado a cabo por el estudio californiano Backen, Gillam & Kroeger se inspira en un clima familiar y cálido que rinde homenaje a la singular belleza de Garzón, sin olvidarse nunca de las vistas panorámicas a la colina repleta de frondosa vegetación y rocas aplanadas por la erosión.

Algunos detalles que enaltecen la elegante arquitectura son las texturas de hormigón, acero y piedras, pisos de terrazo blanco con detalles de bronce y techos de roble, así como un chandellier escultórico único confeccionado a partir de malla metálica que tamiza la luz en forma de gajos.

El espacio dinámico del exclusivo Restaurante Bodega Garzón con capacidad para 120 comensales, se complementa con mesas en mármol blanco, hormigón en tablas, hierro negro en detalles, y madera en pisos y cielorraso. Se trata de la primera bodega sustentable fuera de Norteamérica con certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), y sin dudas, una de las paradas privilegiadas para quienes llegan a Uruguay desde cualquier parte del mundo.

O’33 BODEGA OCEÁNICA JOSÉ IGNACIO

La exclusiva Bodega Oceánica de José Ignacio está enclavada en la Finca O’33 de aceites Extra Virgen, sobre el kilómetro 156 de la ruta 9, en un predio de 52 hectáreas. En una primera etapa, se llevó adelante la plantación de olivos con unas pocas hectáreas de vides, hasta que en el año 2017 se proyectó la construcción de una bodega para la propia fabricación de vinos finos.

El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Marcelo Daglio que con su fuerte impronta fue modelando una estructura troncocónica de características únicas con un sentido de identidad irrepetible. Revestida con planchuelas de hierro oxidadas que se solapan entre sí como si fueran las escamas de un pez, la torre de tres alturas constituye un ícono de gran volumen escultórico que permite la elaboración del vino por gravedad y una iluminación natural muy necesaria para el proceso de trabajo.

Además, por su forma cilíndrica, la estructura favorece una visión 360 del diseño paisajístico especialmente proyectado por el experto Roberto Mulieri, quien dispuso a lo largo y ancho del predio esculturas realizadas por reconocidos artistas nacionales como Octavio Podestá, Marcelo Legrand, Pablo Atchugarry, José Pelayo, Enrique Broglia, Ricardo Pescale y Giorgio Carlevaro.

La distribución de estas obras es un agregado que sin dudas aporta un rico carácter narrativo al paseo enoturístico, en donde tanto la almazara como la bodega son concebidas como parte de una gran pieza artística.

Especial mención merece la señalización de las vides, un proyecto del estudio I+D que aportó relevancia al detalle característico pero olvidado en estos establecimientos.

Marcelo Daglio también firma el proyecto para la almazara, el sector que procesa el aceite de oliva, consiste en un edificio de hormigón, que  fue premiado con el primer premio en la categoría Producción, energía y reciclaje del World Architecture Festival de Singapur, 2015.

VIÑA EDÉN

Como si estuviera suspendida en el Cerro Negro de Pueblo Edén, la bodega Viña Edén se integra perfectamente al paisaje valiéndose de un increíble diseño contemporáneo, donde se producen vinos de alta gama y gastronomía regional.

El proyecto de construcción fue desarrollado por el estudio de arquitectos Fábrica de Paisaje, que propone una alternativa sobre cómo intervenir el territorio natural de manera novedosa haciendo dialogar conceptos heredados del paisajismo y el urbanismo. La bodega está revestida íntegramente por enormes estructuras de acero de corte que se oxidan gradualmente con el pasar de los años. A su vez, sus tres niveles comparten el mismo objetivo de utilizar la fuerza de gravedad en el proceso de elaboración del vino, cuya última etapa finaliza en una cava enclavada en la piedra del cerro donde las condiciones de luz, humedad y temperatura son ideales.

El interiorismo exquisito viene de la mano de Mutate que no dejó ningún detalle librado al azar. Y con el objetivo de crear un espacio en sintonía con el entorno, es que se logra una ambientación mágica de líneas contemporáneas cuya fachada cubierta de vidrio copia el paisaje a la perfección, mientras desde adentro se ofrecen imponentes vistas a la Sierra de los Caracoles.

En cuanto a diseño innovador, el restaurante no se queda atrás; allí predominan las líneas limpias con texturas en madera, mármol y cuero. Dos salas de estar terminan por complementar el espacio orientadas hacia el gran ventanal con un toque industrial más relajado que está dado por sillones color malva y gris humo de estructura en hierro y terminaciones en óxido.

SACROMONTE WINERY + LANDSCAPE HOTEL

En la Sierra de Carapé del departamento de Maldonado, la bodega de Sacromonte se halla sobre pendientes empinadas con una estratégica ubicación hacia el norte para lograr la máxima exposición al sol durante los meses de verano. Aquí lo rudimentario y lo sofisticado entran en sintonía para desplegar un entorno único donde cada detalle convive en armonía sustentable con la naturaleza.

Junto a la bodega, a menos de una hora de José Ignacio, los exclusivos lodges están rodeados de viñedos y elaborados a partir de métodos de construcción respetuosos con el paisaje. Estos refugios, firmados por el sello indiscutible de Mapa, ofrecen el punto más alto de la experiencia Sacromonte, no solo por su ubicación privilegiada, sino también por su imponente diseño de estilo contemporáneo y elegante.

La interacción entre los extensos viñedos, los modernos módulos, las áreas de pradera, las reservas de a agua natural y la densa vegetación autóctona, convierten a este escenario en un sitio obligado para los amantes del buen vino pero también para los que saben apreciar el buen diseño. Un exclusivo restaurante, una recepción con wine store, unas piscinas circulares, y una terraza de degustación anclada sobre el cerro complementan las instalaciones del hotel para asegurar una experiencia de alto impacto.

Los refugios son trece en total y se distribuyen por el predio libremente, deslumbrando con una fachada de vidrio espejado que permite la continuación del paisaje por sobre el elemento arquitectónico. Estos están realizados a partir de construcciones prefabricadas con materiales locales, energías renovables y utilización de aguas residuales que priorizan los recursos naturales aunque sin dejar de lado el confort, la originalidad, la calidad y la innovación.

  • Arquitectura
  • bodegas
  • Garzón.
  • Punta del este
  • turismo
  • uruguay
Compartí en las redes