Se ha publicado recientemente en la revista científica New England Journal of Medicine un artículo donde se demuestra que un nuevo fármaco, el Omalizumab, es útil para el tratamiento de la urticaria crónica resistente a otros tratamientos. Esta noticia es muy interesante para los dermatólogos ya que la urticaria crónica es un proceso que vemos con frecuencia en las consultas.Pero este fármaco tiene un efecto secundario curioso: en personas que se han inyectado previamente rellenos en la cara se pueden formar granulomas (inflamaciones en la zona del relleno).La urticaria crónica en una enfermedad que cursa con brotes de habones que pican mucho, que duran de minutos a horas, desapareciendo espontáneamente y volviendo a aparecer en otras zonas. Los pacientes con esta enfermedad lo pasan realmente mal ya que las lesiones son muy pruriginosas y el cuadro en muchas ocasiones se cronifica. En más del 90% de los casos no se sabe la causa que produce la urticaria.Los pacientes con urticaria suelen tener dermografismo, es decir, que con la presión salen habones.El Omalizumab es un fármaco biológico, del grupo de fármacos que usamos para la psoriasis, y tradicionalmente se ha usado para el tratamiento del asma. Su uso en el manejo de la urticaria parece muy interesante, pero es importante tener en cuenta esta complicación.Los rellenos se han convertido en uno de los tratamientos más usados en rejuvenecimiento facial.Recientemente se ha publicado un caso de una paciente a la que se la inyectó rellenos en la cara (en este caso fue hidroxiapatita cálcica y acido hialurónico) y meses después, cuando empezó el tratamiento de su asma con Omalizumab, desarrolló importantes granulomas en la cara justo donde se había inyectado el relleno.El mensaje está claro: el Omalizumab es un buen tratamiento de la urticaria y del asma, pero hay que preguntar a los pacientes si se han inyectado rellenos previamente ya que la combinación de rellenos y Omalizumab puede acarrear importantes complicaciones estéticas.Fotos de la paciente con granulomas publicada en el British Journal of Dermatology.
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