Una buena alimentación y ejercicio entre los 50 y los 70 años ayudan a desafiar a la vejez.
Al envejecer se tiende a comer menos, como consecuencia la ingesta de calorías y nutrientes importantes puede disminuir. Además, el organismo tiene más dificultad para digerir y absorber ciertos nutrientes vitales, por ejemplo en el caso de los ancianos, la cantidad de calcio, vitamina B12 y folato de la alimentación suele ser muy inferior a la ingesta diaria recomendada.
Para tener buena salud después de los 50 es importante tener el hábito de ingerir alimentos muy nutritivos y así seguir activo físicamente practicando actividades físicas acordes a su posibilidad como natación, yoga, caminatas suaves, otra opción es recurrir a cualquier centro de rehabilitación física en Alcobendas, donde de la mano de profesionales fisioterapeutas se pueden practicar ejercicios de movilidad, tonificación de miembros, fortalecimiento de los diferentes grupos musculares, ejercicios de control postural y esquema corporal, entre otros.
Nuevas demandas calóricas:
Al envejecer el organismo cambia a medida que envejece, esos cambios afectan las necesidades alimentarias. Hay una reducción de músculos, un aumento de grasa corporal y una disminución del 20% del total de agua del cuerpo. Necesita menos calorías que cuando era más joven, ya que su índice metabólico basal disminuye porque la masa muscular se reduce con la edad. La buena noticia es que como el ejercicio moderado se puede preservar la masa muscular, así retardar el ritmo al que ocurre este proceso.
El ejercicio constante tiene otros beneficios: mantiene los huesos fuertes, aumenta la movilidad y la flexibilidad y en general incrementa el bienestar.
El aparato digestivo:
Parece que la digestión y la absorción de alimentos se preservan bien al envejecer. El envejecimiento sí afecta algunos procesos digestivos, la producción de saliva disminuye y afecta la forma en que se degradan los alimentos en el estómago para preparar la digestión y absorción en el intestino. El estómago secreta menos ácidos y pepsina, lo cual puede causar menos absorción de vitaminas B12, folato y D y del calcio. Los músculos lisos del intestino son menos eficientes, haciendo que la comida pase con más lentitud por el intestino y cause estreñimiento.
Al envejecer, disminuye la producción de vitamina D en la piel, necesaria para que el organismo absorba calcio, dificultándole cubrir las necesidades de este mineral. El calcio es muy importante para la mujer durante la menopausia y después de esta. Por estas razones los adultos mayores deben comer alimentos nutritivos y tomar suplementos.
Después de los 50 años hay más riesgo de males crónicos como artritis, obesidad, diabetes, afecciones cardiovasculares y osteoporosis. También aumentan los casos de cáncer, infarto y apoplejía. Si evita o come ciertos alimentos disminuye al mínimo los efectos de muchas enfermedades. Además, si le han recetado medicamentos, estos pueden afectar su apetito o incluso impedir, o en algunos casos aumentar la absorción de ciertos nutrientes, vitaminas o minerales en el estómago en el intestino.