Además de asegurarnos de llevarlo todo en la maleta, también es importante seguir una serie de recomendaciones para cuidar de nuestra salud auditiva.
Durante estos meses, millones de españoles subirán a un avión para llegar a su destino de vacaciones. Algunas personas son especialmente sensibles a los cambios de presión y por ello, al viajar en avión y cambiar de altura nuestros oídos se resienten. Los cambios de presión pueden provocar trastornos auditivos muy dolorosos, así como ocasionar la pérdida de audición temporal.
Este tipo de trastornos auditivos se producen por lo que se denomina barotraumatismos. Normalmente en el oído medio el aire es absorbido y expulsado constantemente por la acción de la trompa de Eustaquio, así la presión de los oídos permanece equilibrada con la atmosférica.
Si este proceso no se desarrolla así es cuando sentimos taponamiento. Estos trastornos no suelen revestir gravedad, pero pueden ser muy molestos y llegar a estropearnos las vacaciones. Lo más frecuente es que se produzca dolor o pérdida de audición temporal, síntomas que suelen desaparecer en cuestión de horas.
Sin embargo, en algunas ocasiones estas molestias pueden prolongarse hasta cuatro días y, en casos más graves, provocar una perforación del tímpano y derrame del líquido del oído o hemorragias.
Por todo esto, GAES Centros Auditivos ha elaborado una guía básica de consejos para que nuestra salud auditiva no se resienta en el momento de viajar.
Las personas que están resfriadas o padecen alguna alergia son las más propensas a sufrir los cambios de presión y sentir dolor en el oído. Por este motivo, si se sufre un fuerte catarro, alergia o sinusitis se debería consultar con un especialista para que nos pudiera asesorar sobre las precauciones a tener.
Antes del vuelo es conveniente que descongestiones la nariz, ya que nos puede ayudar a evitar la sensación de taponamiento en los oídos.
Es recomendable no dormir durante el despegue y el aterrizaje del avión. ¡Durante el resto del trayecto no hay problema!
Es recomendable bostezar, mascar chicle, comer un caramelo y beber mucha agua, ya que la deglución ayuda a activar los músculos encargados de la apertura de las trompas de Eustaquio y ayuda a destaponar los oídos. La trompa de Eustaquio es el conducto que va desde el oído a la laringe.
Aunque tomemos todas estas precauciones, nuestros oídos pueden ser muy sensibles a los cambios de presión y resentirse. Por ello, si pese a seguir estas recomendaciones notamos molestias durante el viaje, puedes seguir este sencillo ejercicio en tres pasos:
1.- Taparse la nariz con los dedos,
2.- Tomar una bocanada de aire,
3.- Expulsar el aire por la nariz suavemente usando los músculos de los carrillos y la garganta para abrir los orificios y separar los dedos de tu nariz.
Si se oye un click en los oídos es que la maniobra ha sido efectiva. Se puede hacer esta maniobra varias veces durante el descenso, siempre de forma suave para evitar lesionar los tímpanos.
Pero no solamente es necesario ser precavido para viajar en avión. Si durante estas vacaciones tenemos previsto coger el coche, es importante tener cuidado con las corrientes de aire y nuestros hábitos de conducción. Lo más recomendable es no bajar la ventanilla cuando se conduce ya que el exceso de aire en el canal auditivo incrementa el riesgo de contraer infecciones como la otitis.
Tampoco es bueno abusar del aire acondicionado, ya que una sobreexposición directa puede provocar la aparición de otitis media, un problema más asociado al invierno.
Besos desde mi blog!!!