Cuidados de un gato recién nacido

Por Jgallego19

Una gata puede quedarse embarazada, y por tanto tener gatitos, hasta cuatro veces en un año, mientras que una perra pueden dar a luz dos camadas al año. Si te encuentras en la situación de tener a tu cargo una o varias de estas adorables criaturas, te interesará saber a grandes rasgos los cuidados de un gato recién nacido.

Los cachorros requieren la atención máxima de su dueño.

Es importante saber que si el cachorro no tiene a su madre en el mismo hogar, no tiene los anticuerpos necesarios que le proporciona la leche materna para protegerle de caer enfermo. Si el animal tiene menos de tres semanas y ya ha sido separado de su madre, tiene escasas posibilidades de supervivencia. Incluso dentro de un período de 24 horas, un cachorro aparentemente sano puede caer enfermo debido al estrés y otros factores.

Si has encontrado un cachorro en la calle, y aún no tiene los ojos abiertos, lo más probable es que todavía no tenga ni dos semanas de vida, ya que los ojos los abren a las dos semanas.

Algunas pautas:

  • Mantener el calor. Al no tener el calor de su madre, debemos proporcionarle un clima muy cálido y agradable.
  • Le tendrás que preparar una caja con ropa, mantas, toallas, etc., calientes.
  • Bolsa de agua caliente (puede que, además de las mantas, también la necesites).
  • Una lámpara de lectura también puede proporcionar calor, pero deberás mantenerla a cierta distancia del cachorro, ya que llegará a ponerse a gran temperatura y podría quemar al animal.

Alimentación.

En principio, debes alimentar al cachorro con una jeringa, ya que tan pequeños no saben comer y ni siquiera tienen fuerza para ello, así que le ayudaremos con la jeringa. Abre la boca del animal suavemente y, de manera firme, sujétala mientras vas introduciendo la jeringa con el alimento, siempre por un lado de la boca del gatito, nunca por el centro. Cuando tenga más de dos semanas, le alimentamos con biberón.

Tipo de alimento.

Leche, bien en polvo de la que se usa para alimentar a los bebés humanos, o bien leche de vaca, siempre tibia.

Cuando darle de comer.

Generalmente los gatitos que aún no han abierto los ojos, deben alimentarse cada tres horas. Por lo general, se despierta y llora (como hacen los bebés humanos) cuando tiene hambre. Cuando tenga 3 ó 4 semanas de vida, deberás aumentar los intervalos.

Una vez alimentado el animal, prepara un pedazo de algodón, humedécelo con suero fisiológico y frótalo a lo largo del estómago hacia la zona trasera, para estimular que orine o defeque. Normalmente, si el gato tiene a su madre, ella lame al recién nacido para así ayudarle hacer estas cosas, pero en ausencia de ésta, debemos hacerlo nosotros.

Si las heces son acuosas y persistentes, tienes que consultar con el veterinario tan pronto como sea posible, Si las heces son blandas, es normal.

Deberás limpiar bien todo el resto de leche que le pueda quedar al gato, y preparar bien su cama, calentita, para volver a meterle en ella.

El destete.

Los gatitos que son criados por humanos casi desde nacer, pueden destetarse a las 4 ó 5 semanas de edad, y a partir de ahí debemos  empezar a alimentarlos con alimentos sólidos pero suaves (cereales con leche, galletas con leche, etc.). Este proceso suele ser complicado, así que debemos facilitarle la tarea al gato poniendo el alimento en un cuenco poco profundo.

Le alimentaremos regularmente siempre en los mismos intervalos para que así tengan un horario más o menos fijo.

Lo más importante es llevar al cachorro desde el primer momento que viva con nosotros al veterinario, y hacerle sus controles médicos, revisiones, calendario de vacunas, etc.

Todos estos pasos son importantes en el caso de que el gato recién nacido haya sido separado de su madre o sea huérfano. En caso contrario, lo más importante es mantener el calor de la habitación y de su cama, preparar una caja para él y para la madre, y a la hora de la alimentación, si todo va bien, no te necesitarán para nada, ya que el instinto materno de la gata es suficiente para alimentarlos completa y correctamente, hasta el destete. Tras el destete, tendrás que preocuparte tú de alimentarle con alimentos sólidos suaves.