El artículo Cuidados para Prevenir la Dermatitis en el Bebé aparece en consejos
La piel de los bebés, todavía inmadura, no cuenta con los mismos sistemas de protección frente a las agresiones externas que la piel del adulto. Es una piel con los sistema de defensa reducidos y más frágil, por lo que se debe de proteger y tratarla de forma adecuada para no dañarla.
La hora del baño es el momento donde más se ha de tener en cuenta el cuidado de la piel del recién nacido. La temperatura del agua debe estar comprendida entre los 36 y 38ºC. Para lavar se utilizará un gel o una espuma de baño suaves, y se aplicará con una esponja natural. Después del baño se ha de secar bien la piel del bebé, con especial atención a los pliegues (cuello, codos, detrás de la rodilla…) y a los espacios entre los dedos. La mejor forma de llevar a cabo el secado es realizando pequeños toques con una toalla de algodón, evitando frotar.
Una vez la piel está seca se ha de aplicar una crema o aceite hidratante específica para bebés, evitando los perfumes y con preferencia por las formulaciones basadas en ingredientes naturales y de origen ecológico.
A pesar de que la higiene sea correcta, hay bebés con la piel especialmente sensible, y que pueden desarrollar dermatitis y necesitarían un especial cuidado.
La dermatitis debilita la función de barrera protectora de la piel, quedando más sensible frente a las infecciones. La prevención es la mejor medida para tratar este problema, ya que si la infección llega a desarrollarse puede ser difícil de eliminar por completo.
Se ha de prestar especial importancia al cambio del pañal en pieles con tendencia a la dermatitis. Es conveniente el uso de pañales desechables, que mantienen la humedad y el pH de la piel controlados, y cambiarlos con frecuencia, e incluso dejar al bebé unas horas sin pañal, para que la piel respire.
Las cremas de pañal crean una berrera protectora para la piel, manteniéndola alejada de las heces y la orina, elementos que cambian el pH de la piel y la debilitan. Además de esta acción preventiva de las irritaciones e infecciones aportan otros beneficios a la piel, manteniéndola hidratada y nutrida y favorecen su regeneración y cicatrización.
Algunas cremas de cambio de pañal cuentan con activos naturales con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas (como el óxido de Zinc), favoreciendo que la piel del bebé esté en las mejores condiciones posibles.