Una de las cosas que más me gusta hacer en repostería son cupcakes, es super divertido, además de la infinidad de sabores, formas, texturas, colores .... que podemos darles. Y lo más importante, económicos y rápidos de preparar, os los recomiendo para cualquier merienda, desayuno o postres, sobre todo si teneís invitados en casa, sorprendereis seguro.
La base de esta receta no lleva azúcar, ya sabeís que me gusta aligerar las recetas lo máximo posible, asi que, he sustituido el azúcar por vainilla en pasta, que le da un gusto dulzón a la base, además es un sabor que combina muy bien con el sabor de las almendras, sin quitar protagonismo a estas.
La copa de los cupcakes es una crema de mascarpone a la que si he añadido azúcar, para compensar, a mi personalmente, me gusta mucho el sabor del queso, por eso no le he añadido a esta crema ningún aroma, porque quería que su sabor fuese unicamente de queso mascarpone.
2 huevos80 ml. aceite girasol100 gr. harina 80 gr. almendra molida1 cucharadita levadura en polvo85 ml. leche2 cucharadas de vainilla en pasta
Lo primero que haremos será mezclar la leche con la vainilla. Reservamos.
Mezclamos el aceite con los huevos, hasta que forme una crema espumosa, añadimos la harina tamizada con la levadura, seguidamente y sin dejar de batir añadimos la mitad de la leche, y la almendra, y el resto de la leche. Batimos bien para que se integren bien todos los ingredientes.
Llenamos las cápsulas hasta la mitad, y horneamos a 160º con ventilador.
Para la crema de mascarpone
100 ml. nata montada 150 gr. queso mascarpone50 gr. azúcar
Batimos la nata con el azúcar, y os gusta muy dulce, podeís añadir azúcar a vuestro gusto, añadimos el queso y montamos de nuevo hasta que quede una crema firme.
Decoramos los cupcakes una vez frios, y espolvoreamos almendra molida por encima.
Y a comer! El bocado que falta confieso que se lo he dado yo! Es que no son irresistibles!Con mucho sabor a almendra, y una textura jugosa! Para darle un bocado a la foto, a que si?