Cupcakes y bizcochos: Información general y trucos

Por Decoratualma

Cupcakes decorados con buttercream


Todos nos hemos enfrentado por primera vez a una receta... O por segunda, o tercera, ¡o cuarta vez!
En fin, siempre hay mil dudas que nos asaltan sobre si lo estaremos haciendo bien o mal. Y, precisamente por eso, hoy os traigo algo de información que os será de gran ayuda a la hora de poneros manos a la obra con la mayoría de recetas de repostería.
¿Y todo esto para qué?
Pues porque muy prontito os hincharé a recetas de cupcakes, bizcochos, galletas y un sinfín de dulces... y quiero que os queden ¡¡perfectos!!
Así que ¡empezamos!
Diferencias entre cupcakes, muffins y magdalenas:
Cupcakes: Son, simplemente, pequeñas porciones de pastel. Tanto el bizcocho como la cobertura son del mismo tipo que se utilizarían en una tarta, por lo tanto la diferencia real es su tamaño "individual". Se caracterizan por una masa batida (con batidora eléctrica, normalmente), esponjosa y una cobertura muy dulce llamada buttercream. Además, pueden ir rellenos.
Buttercream: Consiste en una mezcla de mantequilla y azúcar y puede ser de infinidad de sabores. Gracias a su consistencia "densa" permite hacer decoraciones de muchos tipos en los cupcakes, consiguiendo un resultado más bonito y llamativo.

Muffins: Su diferencia fundamental con los cupcakes es el proceso para mezclar los ingredientes. Mientras que en los cupcakes se baten todos los ingredientes, en los muffins simplemente se mezclan con una espátula o similar, sin sobrebatirlos. Además, su presentación es mucho más sencilla, ya que nunca van decorados ni rellenos.
Magdalenas: Son las de toda la vida... Se hacen con aceite (mientras que los cupcakes y muffins se pueden hacer también con mantequilla), no llevan nunca decoración ni relleno y, lo más importante, ¡¡tienen copete!! (sí, ese "medio roto" de la parte alta de la magdalena)

Muffins: mucho más sencillos... ¡pero buenísimos!


Ingredientes habituales:
Para la masa:
Huevos, mantequilla, azúcar, harina, leche y levadura química. Eso es lo más básico de lo básico... y muy fácil de encontrar en cualquier supermercado, ¡así que no hay problema!
- Mantequilla: Siempre será sin sal... ¡queremos hacer un postre dulce! :)
- Leche: Podrá ser de cualquier tipo (entera, semi, desnatada...).
- Levadura química: Es la levadura Royal, por ejemplo.

Pero hay otros ingredientes que encontraréis mencionados de forma habitual en las recetas de repostería y que necesitaréis buscarlos en tiendas más especializadas o, simplemente, hacerlos en casa. Por ejemplo:
Extractos, pastas, esencias...: Todos ellos aportan sabor a la masa, aunque el más básico de todos es el extracto o pasta de vainilla (yo lo utilizo en el 90% de las recetas). Podréis encontrarlos en tiendas de repostería especializadas y hay infinidad de sabores.
Buttermilk: Se puede encontrar en algunos supermercados... o sino se puede hacer "casero". Para ello mezclaremos 100 ml. de leche semidesnatada o desnatada y 1/2 cucharadita de zumo de limón o vinagre. Esperaremos unos minutos y, cuando veamos que la leche presenta una textura "cortada", ¡ya tendremos nuestro buttermilk casero listo!
El buttermilk se utiliza en aquellas recetas que, en lugar de levadura química, utilizan como impulsor de la masa el bicarbonato (por ejemplo esta Tarta Red Velvet). Pero, para que éste actúe, necesita un "ácido", por eso le añadimos a la leche zumo de limón o vinagre.
Colorantes: No aportan ningún tipo de sabor, tan sólo dan color a la masa (otra vez es el caso de la Tarta Red Velvet) o al buttercream. Los más recomendables son los colorantes en pasta o en gel, ya que con muy poca cantidad se consigue teñir la mezcla muy bien. Los colorantes líquidos, en cambio, aunque son más fáciles de encontrar en grandes superficies, se necesita de mucha cantidad para conseguir mínimamente un color, por lo que añadiremos demasiado líquido a nuestra mezcla.

Truco: Un ingrediente que yo suelo incluir en las masas para cupcakes y bizcochos es la maizena o harina de maiz. Da una mayor esponjosidad a la masa... ¡y el resultado final es espectacular!

Su color "rojo" es una de sus características principales


Para el buttercream:
Los ingredientes básicos para hacer el buttercream serán la mantequilla, el azúcar y algún tipo de saborizante (sirope, miel, nutella, extractos, caramelo...). Es importante tener en cuenta que:
- No se puede utilizar azúcar blanquilla, la normal, ya que es demasiado gruesa para conseguir que se integre bien con la mantequilla.
- El "icing sugar" es el azúcar ideal para el buttercream, ya que se trata de un azúcar muy muy fino que, al mezclarlo, se integra perfectamente sin dejar restos. Lo encontraréis en tiendas especializadas de repostería.
- Una alternativa es el azúcar glass, fácil de encontrar en grandes superficies. Aunque en este caso sí se notarán algunos "restos" de azúcar.
Importante: 
- El azúcar deberá estar tamizado (pasado por un tamiz o colador).
- El buttercream se debe batir a velocidad máxima.
- Dejaremos de batir cuando los ingredientes estén completamente integrados.
- La mezcla debe adquirir un color "blanquecino", dejando de tener el color amarillento de la mantequilla.

Temperatura de los ingredientes:
Muchas veces en las recetas se especifica que determinados ingredientes deben estar a "temperatura ambiente", algo muy relativo, ¿verdad?
Estos ingredientes suelen ser los huevos, la mantequilla, la leche... es decir, todos aquellos que normalmente guardamos en la nevera.
Esto se debe a que, a la hora de mezclarlos, para conseguir que se integren lo mejor posible, lo ideal es que todos los ingredientes estén a una temperatura "similar", de ahí que siempre hablemos de la "temperatura ambiente".
Es especialmente importante en el caso de la mantequilla, ya que si no la sacamos con un poco de antelación de la nevera (¡sobre todo en invierno!), estará demasiado fría y será muy difícil conseguir integrarla con el resto de ingredientes.


Temperatura de horneado:
Según la temperatura a la que horneemos nuestros cupcakes, muffins y bizcochos el resultado será uno u otro. Las temperaturas más habituales suelen ser entre unos 170 y 180 grados.
Temperatura de 170º: Obtendremos una masa más "plana". Tened en cuenta que, cuanto más calor haya en el horno, más rápidamente crecerán nuestras masas y más "volumen" tendrán en su parte central. Es la temperatura a la que yo horneo los bizcochos, así quedan más planos y es más fácil hacer capas para las tartas con ellos.
Temperatura de 180º: Nuestra masa crecerá más por el centro, por lo que tendrá más forma de "montañita". Yo utilizo esta temperatura para los cupcakes, así quedan más redondeados y al decorarlos quedan mejor.

Importante:
- Se meterá la masa en el horno en el momento en que éste haya llegado a la temperatura indicada en la receta, nunca antes.
- No se abrirá la puerta del horno a mitad del horneado, ya que entrará aire frío, la temperatura descenderá y, por lo tanto, provocaremos que nuestros cupcakes (o bizcocho) se "hundan".
- Si los cupcakes se rompen por el centro y hacen un "efecto volcán" (veréis que la masa cruda aparece por la parte rota), quiere decir que están recibiendo demasiado calor por la parte de arriba. Las soluciones son:
- Bajar la temperatura del horno.
- Bajar de altura la rejilla.

Lo ideal es que los "pisos" de nuestras tartas sean planos


Espero que os sea útil y, por supuesto, si tenéis cualquier otra duda podéis dejarme un comentario y os ayudo :)
¡Feliz semana!
Fotografía: Tu medio cupcake

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