El rabo de gato es una pequeña mata bastante abundante en la zona del levante de la Península Ibérica, y que se viene utilizando desde hace tiempo como planta medicinal en distintos puntos del mundo.
Si quieres saber para qué casos te puede venir bien esta planta, sigue leyendo…
Próstata agrandada
El rabo de gato en decocción inyecta propiedades anti-inflamatorias que vienen de perlas en casos de próstata agrandada.
Articulaciones doloridas
A la propiedad anterior anti-inflamatoria le podemos sumar su efecto depurativo, con lo que conseguimos una infusión de la planta, preparada con una cucharada pequeña de concentrado de rabo de gato por taza de agua, que ayudará en la lucha contra el dolor articular. Puedes tomar 2 o 3 veces al día.
Dolor de garganta
Con una buena acción anti-inflamatoria y desinfectante, el rabo de gato resulta muy útil cuando padecemos de garganta dolorida, especialmente si viene causado por una faringitis o laringitis. Toma la misma infusión anterior un par de veces por día.
Aftas bucales
En este caso combinaremos este arbusto con un poco de tomillo (a partes iguales) para que se acelere el proceso de sanación de las incómodas llagas o aftas de la boca. No será necesario ingerir el preparado; basta con realizar gárgaras 3 o 4 veces diariamente.
Ardor de estómago
¿Acidez gástrica, ardores estomacales? Combátelos con una infusión de rabo de gato combinada con malva a partes iguales. Supondrá una solución muy útil especialmente para luchar contra úlceras y gastritis.
Pesadez de estómago
De la misma forma que calma el ardor de estómago, el rabo de gato tiene la propiedad de aligerar su pesadez. Para después de una comilona, elimina gases y la hinchazón hirviendo una cucharadita de concentrado de rabo de gato por taza de agua.
Referente a las contraindicaciones, el rabo de gato no tiene la consideración de planta tóxica, aunque su aceite esencial no se tomará en caso de embarazo, niños pequeños o afectados por trastornos neurológicos.