La cúrcuma es una especia muy utilizada en India, China y Japón, y proviene de la planta de la cúrcuma longa. Tiene un sabor cálido, amargo y se usa frecuentemente para darle el sabor y el color a los polvos de curry, a las mostazas, a las mantequillas y hasta a algunos quesos. (El componente activo de la cúrcuma es la curcumina, que da además a la cúrcuma su peculiar color amarillo).
La cúrcuma es una de las plantas más estudiadas y cuyas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias han sido demostradas en recientes estudios clínicos. (A pesar de ello, ya tenía una amplia tradición como remedio en las medicinas asiáticas, precisamente por eso, por su gran función antiinflamatoria).
Además de ello, otras de sus otras principales propiedades son: tónico digestivo, antimicrobiano, hepatoprotector. Pero eso no es todo:
Tiene un alto poder antioxidante: protegiendo a nuestro organismo de los efectos nocivos que causan los radicales libres. Es por esto por lo que se considera a la cúrcuma como un aliado para luchar contra algunas enfermedades, (hasta cáncer), ya que, por lo visto, favorece la eliminación de las sustancias cancerígenas, a la vez que ayuda a nuestro cuerpo a producir sustancias anticancerosas como el Glutatión.
Beneficia la salud de las articulaciones: Los efectos de la cúrcuma sobre la salud articular se relacionan con sus potentes efectos antiinflamatorios. Se observaron por primera vez en 1980 y numerosos estudios han profundizado en la investigación de esta acción. Un estudio de la Universidad de Arizona publicado en 2006 demostró que un extracto de cúrcuma inhibía la inflamación y la destrucción articular. Por ello, la cúrcuma puede ser de utilidad para personas con problemas articulares, ya sea por lesión (runners por ejemplo), o como por desgaste por la edad.
Ayuda a mejorar el sistema digestivo: Varios estudios han demostrado la capacidad de la cúrcuma de reducir el dolor/molestias y de otros síntomas asociados con el Síndrome de Intestino irritable, colitis y otras dolencias del aparato digestivo. La cúrcuma también se ha utilizado en el tratamiento de la dispepsia, un síntoma frecuente de enfermedad de la vesícula biliar.
Ayuda a eliminar algunas bacterias: Diversos estudios demuestran que la cúrcuma inhibe poderosamente las bacterias patógenas, virus y hongos (incluyendo Cándida Albicans, Cándida kruseii y Cándida parasitosis).
¿Y vosotros? ¿Habíais oído hablar de las propiedades de la cúrcuma? ¿La usáis en la cocina? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!!