Ya es coincidencia que en la misma semana en que se muere el actor Sancho Gracia, conocido sobre todo por su papel de Curro Jiménez -el bandolero andaluz que robaba a los ricos para dárselo a los pobres- en la serie televisiva de finales de los años setenta, al alcalde de Marinaleda, el inefable Sánchez Gordillo, se le ocurra organizar megáfono en mano el asalto de un hipermercado sevillano.
Curro Jiménez según Televisión Española era un bandolero tan liberal que acabó haciendo campaña para la UCD de Adolfo Suárez, allá por las elecciones de1979, si no recuerdo mal. Aún tengo grabada a fuego en la retina la imagen del famoso bandolero y su cuadrilla entrando a caballo vestidos de lo suyo, de bandoleros andaluces del siglo XIX, en una plaza de toros en la que Adolfo Suárez iba a dar un mitin. Eso no lo mejora ni Sánchez Gordillo, desde luego, aunque el gañán de Marinaleda, ese Cristo-Durruti de hojalata que lleva tres décadas y pico como demiurgo absoluto de un pueblo andaluz de 2.500 habitantes, se esfuerce de vez en cuando por superarlo.
Y es que, verdaderamente, lo del asalto de Gordillo al hipermercado es de cine. Seguro que a Sancho Gracia le hubiera gustado interpretar ese momento. A Adolfo Suárez quizá no tanto, aunque en su tiempo fuera de los capaces de cortarse una mano en directo solo por salir en el telediario del mediodía.
En cuanto a la calidad humana y revolucionaria del eximio líder proletario asaltante, fíjense en el revelador detalle de que una de las cajeras (una proletaria, al cabo) recibió santa violencia revolucionaria en forma de un par de hostias bien administradas por afear el numerito a los concurrentes. También, reparen en que los alimentos expropiados por Gordillo y compañía no han aparecido, algo muy diferente a lo ocurrido tras la acción más o menos paralela encabezada por Diego Cañamero y otros dirigentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores en el hipermercado de un pueblo de Cádiz, quienes pactaron con la empresa llevarse 20 carros llenos y repartirlos entre un banco de alimentos y los servicios sociales locales. En Écija por el contrario, como digo, lo acopiado en la acción encabezada por el Mesías de Marinaleda simplemente se ha esfumado.
La payasada de Sánchez Gordillo ha servido finalmente para que el ministro del Interior que sufrimos, el opusdeísta Jorge Férnandez Díaz, salga en tromba a asegurar que defenderá caiga quien caiga la sacrosanta propiedad privada. No me toquen los supermercados que me lío a hostias, ha venido a decir el superpolicía Fernández, quien además, condescendiente él, ha manifestado textualmente no aspirar en materia de orden público "a la paz de los cementerios" (sic); como si este cipayo o cualquier otro de su calaña que le reemplace pronto, pudieran arrogarse el determinar si hay derecho a la contestación popular al orden social de mierda que nos está asfixiando.
En resumidas cuentas, gracias a Sánchez-expropiador-Gordillo, a la que unos parados de larga duración intenten llevarse unos tomates de otro Mercadona con los que alimentar a sus hijos una vez el Gobierno les retire los 400 euros con los que malviven ahora, el camarada Fernández tendrá precedente para reprimir a fondo la acción. De hecho, ya se ha detenido a varios participantes en las dos acciones expropiadoras, la del SAT y la de Gordillo, pero curiosamente este último no ha recibido ni siquiera una citación policial.¿Qué curioso, verdad?
Ya ven, un trasunto de Curro Jiménez cabalga de nuevo asaltando hipermercados en nuestros televisores de pantalla plana y en color. ¡Qué nostalgia de aquellos años lejanos, cuando las hazañas del mítico bandolero expropiador se asomaban a nuestros proletarios televisores en blanco y negro! Entonces creíamos que la revolución se haría expropiando los latifundios y nacionalizando la banca, y ahora ya ven, según los gurús de la cosa resulta que la Deseada vendrá cuando las masas se pongan a robar latas de sardinas en el súper de la esquina.
En la fotografía que ilustra el post, el actor Sancho Garcia como Curro Jiménez, a punto de expropiar a alguien durante un episodio de la serie (1976-1978).