"Hasta que no haya una condena vamos a darle el beneficio de la duda…", asegura Mackenzie según recoge la BBC, aunque pone un 'pero': "… siempre que no se dañe seriamente el negocio de la Fórmula 1". Así, se reservan su derecho a prescindir de Bernie si daña la imagen de su negocio aunque no sea condenado a pagar los 74 millones de euros que reclaman desde Constantin Medien por infravalorar la compra del campeonato del mundo.
Eso todavía no está claro, pero lo que sí piensa Mackenzie es que "Bernie sobrevaloró el negocio", lo que les ha dado muchos quebraderos de cabeza: "Ha sido una inversión muy difícil casi de principio a fin. Ha sido una crisis y una lucha contra el fuego constante". Se vieron en una situación tan delicada que quisieron quitarse la F1 de encima, pero no pudieron: "En ese período entre 2006, cuando lo compramos, y 2009, no hemos podido vender esta empresa. No era vendible. Además, nadie quiere comprar la Fórmula 1 si no hay un Pacto de la Concordia firmado".
"Fue una historia de bronca, como un mal divorcio. El marido y la mujer han estado peleando años y años y no podían ver más sus sentimientos", explica Mackenzie, pero para su suerte lo han arreglado todo: "Gracias a Dios que hemos acordado todos los términos y ahora tenemos un campeonato estable". Lo que si se ha cancelado por este caso de supuesta corrupción de Ecclestone son los planes de CVC para reflotar la Fórmula 1. Otro más de los efectos colaterales de la gestión del magnate británico.