En el espacio (experiencia) Hiedra este jueves 2, la artista Florencia Temperley comienza a separarse de su archivo de obras anteriores para ofrecerlas a costo de producción. Ad honorem se llamará esta muestra- liquidación- que implica, en este contexto, dar un paso al costado.
Temperley afirma que realiza una apuesta política al renunciar a su remuneración y subrayar los valores materiales del trabajo artístico: costos de producción y variables de composición del precio. Así, al restituir la presencia visible de las obras en el espacio social y cultural de una sala de exhibición no comercial, propone reflexionar sobre los procesos deconstrucción de valores estéticos, simbólicos y económicos en el mundo del arte.
Sobre esta apuesta dice Lorena Alfonso, la conspiradora-curadora de Ad honorem: “Deja ese espacio vacío para pensar los aspectos materiales y económicos pero también los factores simbólicos que hacen de una obra de arte un fenómeno de mercado. En ese hueco, el del valor intangible, abre el campo y critica el modo en que se oculta la composición del valor de una obra de arte. Postura política que arriesga y arremete, porque como sostiene la artista Hito Steyerl: ‘El arte no está fuera de la política, sino que la política reside en su producción, su distribución y su recepción. Si nos enfrentamos a esto, podríamos superar el plano de una política de representación y embarcarnos en una política que está ahí, frente a nuestros ojos, lista para ser adoptada’.
La actitud de Temperley, precisamente, cierra la brecha entre las posturas idealistas y materialistas para afirmar que allí no hay contradicción alguna”.
En (experiencia) Hiedra, Guevara 202. Desde el 2 -a las 19 hs- al 11 de noviembre. Del 3 al 11 con cita previa.