Las figuras geométricas son consecuencia de paisajes ideales, definitivos. Retrato las experiencias del individuo sobre cómo calcular las dimensiones del grosor del límite.
A pesar de que esta galería, establecida desde 1985 en la calle San Pedro, al lado del Museo del Prado y del MNCARS, no es en la actualidad una de las más punteras de Madrid, llegó a exponer en junio de 1990 Contenedor Cúbico de 200 cm. de Lado, una de las primeras obras de Santiago Sierra, el artista contemporáneo español más cotizado actualmente. La colaboración de Sierra con esta galería perduró hasta 1994, con la realización de una exposición cada dos años:
- En marzo de 1992 Sierra mostró su obra 20 Trozos de Calle Arrancada, de 100 cm. de Lado en su Cara Superior para la cual estableció contacto con una empresa dedicada al remozado de vías públicas y les pidió que arrancasen los trozos de calle de un modo distinto a como lo hacen normalmente, esto es, sacando grandes pedazos enteros de algo más de 100 cm. de lado. Una vez arrancadas las piezas se introdujeron en el piso inferior de la galería (uno de los espacios expositivos más espectaculares que jamás he visto) donde se dispuso una estructura reticular en la que fueron ordenadas. Posteriormente con una radial se cortaron los trozos de calle que sobresalían de la medida prefijada de 100 cm. de lado, dejando los restos en el piso. El resultado final fue espectacular, algo a lo que sin duda contribuyó el marco incomparable de la galería.
- En marzo de 1994 Sierra pidió 86 módulos de soporte publicitario metálico, nuevos de fábrica, y con ellos forró las paredes de la galería en su obra 86 Módulos de Soporte Publicitario Metálico de 300 x 80 cm. Cada Uno.
Con estos precedentes, unidos a la calidad del resto de los artistas que gestiona la galería (Jean-Françoise Fourtou, José Bedía, Barbara Stammel, José Emilio Fuentes Fonseca, Gloria Herazo…) y al evidente talento creativo de Dai K.S. nadie puede dudar de que en la próxima década este creador se convertirá en uno de los más punteros del panorama artístico español. Su arte basado en la racionalidad, la geometría y la matemática resulta cautivador para el espectador que se adentra en su mundo creativo.
Se trata de una técnica que consiste en recrear en el ámbito de los personajes el tema general de la obra reproduciendo el cuadro dentro del propio cuadro. Ha sido empleado históricamente en numerosas obras desde la antigüedad, como en Las Meninas de Velázquez (donde aparece el propio artista pintando el cuadro), en el Retrato de Giovanni Arnolfini y Esposa de Jan van Eyck (donde se puede ver al artista y a su obra a través del espejo cóncavo del fondo de la habitación), por no mencionar la obra de Maurits Cornelis Escher. Otros casos con sus variantes de este efecto se pueden ver en el diseño de la levadura Royal, la portada del disco Ummagumma de Pink Floyd, el escudo de los Knights of the Lambda Calculus del MIT, en el diseño del packaging de La vache qui Rit… Unos experimentos caseros muy útiles para experimentar este “abismo” es la colocación de dos espejos, de forma que el uno se refleje en el otro, o la filmación de un televisor con una cámara de vídeo, mientras que la salida de la cámara de vídeo se está exhibiendo en la misma televisión.
Esta técnica fue introducida en 1893 por el premio Nobel de Literatura en 1947 André Gide en su Journal 1889 à 1939 para referirse a un proceso heráldico. Este fenómeno artístico llegó desde la pintura a la literatura, donde es conocido como “procedimiento de cajas chinas” y fue empleado con asiduidad por autores como Jose Luis Borges, Italo Calvino, e incluso por el propio Gide en su novela de 1929 Les Faux‐Monnayeurs en la que Édouard, su personaje central es un escritor que se encuentra trabajando en una novela llamada precisamente Les Faux‐Monnayeurs, que casualmente muy similar a aquella de la que él es el personaje.
J’aime assez qu’en une œuvre d’art on retrouve ainsi transposé, à l’échelle des personnages, le sujet même de cette œuvre par comparaison avec ce procédé du blason qui consiste, dans le premier, à mettre le second en abyme.
André Gide
En esta exposición Dai K.S. sigue mostrando piezas monocromas de gran formato y dibujos recortados con formas geométricas que cuelgan de la pared, de forma suelta y relajada, con lo que la misma obra proyecta delicadas sombras sobre el muro. El dibujo es empleado como estrategia, al limitar el medio para sacar el máximo partido, llevándolo a su extremo conceptual y formal. Su trabajo se inspira en el concepto de “límite del paisaje”, por el cual el ojo adopta una decisión autónoma de limitar el paisaje. El artista analiza el esquema completo compuesto por el observador y la propia decisión de limitar, logrando obtener lo que él denomina “paisajes que se encuentran detrás de los ojos”, “paisajes ideales” o “paisajes definitivos” obtenidos a través de la propia experiencia del individuo.
La obra Mare Tenebrosum, hace referencia al nombre latino que en la Edad Media recibía el Océano Atlántico, y juega con el concepto de profundidad y misterio que en su día llevó asociado. El contemplar la inmensidad del océano desde la Costa da Morte hizo suponer a los antiguos pobladores de estas tierras que se encontraban en el confín del mundo, en el fin de la tierra (Finisterra=Finis terrae). Así lo atestigua un párrafo de finales del S. I de Lucio Anneo Floro, en el que afirma que Decimo Junio Bruto, tras recorrer toda la costa del océano como vencedor, no regresó hasta contemplar desde el Monte del Cabo de Finisterre, no sin cierto horror y miedo de cometer un sacrilegio, como el sol se precipitaba en el mar y una llamarada salía de las aguas. Según cuenta la tradición en este monte los romanos encontraron un altar al sol (Ara Solis) construido por los pueblos que habitaron estas tierras antes de la romanización.
Dicha creencia fue una certeza absoluta hasta 1492, pero el descubrimiento de América no quita la razón a esos primeros pobladores: con el estado de la ciencia de la época, la Costa de Morte era efectivamente el confín del mundo de la época. Nos encontramos, por tanto ante uno de esos límites físicos, terminológicos, ideológicos o espirituales en los que, en palabras del artista “error y certeza no son contradictorios”.