Danger zone

Publicado el 10 octubre 2014 por Laura Rockbell @Rockbell92

A veces hay que arriesgarse, aprender a moverse en una zona arenosa y desconocida. Más que nada porque si nos aferramos a nuestro círculo de comodidad hay muchas cosas que nos perdemos. En la mayoría de casos, ese círculo es consecuencia directa de la rutina y la costumbre, no es un sector que dibujamos a propósito, pero al final acaba siendo un límite invisible y presente. No hay por qué obsesionarse, sólo reflexionar.
¿Y esto a qué viene? Vaya forma filosófica de acabar la semana. Pues algunos ya sabréis que acabé la carrera en junio y, aunque estoy contenta con este año sin máster, dedicándome a la costura, cursos de formación más específicos y otras ideas, es cierto que cuesta acostumbrarse a un entorno nuevo. Me parece una opción muy terapéutica: al ritmo que evoluciona todo, un año de pensar, de disfrutar y, por supuesto, un año que exprimir a mi manera, ayuda a observar las cosas con mayor perspectiva y ser más consciente de quién soy y quién quiero ser.
Hablando de costumbres, por Sevilla parece que el verano se ha afincado en el sofá y se niega a irse. Sí se van notando las mañanas y noches más frías, pero por lo demás sigo sacando a pasear mis vestidos estivales. Éste lo compré en Humana, durante mis vacaciones en Barcelona. Mi tía lo llama el vestido-anuncio por sus viñetas. A mí me conquistó por ese azul tan intenso que va genial con mis eco shoes.

Vestido, Oilily vía Humana (?)Calzado, Natural World Eco vía Verde Moscú (España)

¿Percibís esa burbuja de comodidad en vuestras rutinas? Si queréis compartir alguna experiencia, me encantará leer los comentarios :)