El título de la exposición Repos sous la limite / Descanso por debajo del límite / Reposo bajo el límite, proviene de la definición etimológica de sublimis, sub quiere decir bajo y limis quiere decir umbral o límite. Habla de algo que está “bajo el limite” como las cuestiones relacionadas con lo más profundo, no con lo alto sino con lo bajo (interno, profundo, inconsciente). Son las sutiles cosas que están allí, son evidentes, pero el resto del mundo no lo puede ver... requiere cierta observación que lo perciba bajo las cosas que son mas obvias... es decir percibirlas “bajo” el radar de otros.
De esta manera Repos sous la limite nos habla de una obra que encuentra un reposo, un momento de parada y/o meditación en la zona mas profunda del ser, quizá luego de haber liberado una batalla interna incluso algo sangrienta, o luego de haber expulsado toda una ráfaga de emociones fuertes y concentradas por un tiempo determinado.
La artista Daniela Quilici ha integrado a su obra artística la territorialidad marcada por la experiencia directa con la vida desde el espacio en donde se encuentre, se puede ver entonces a “Londres”, “Paris”, “Caracas” y “Maracaibo” (por nombrar algunas) en su obra sin necesidad de ver literalmente un mapa que haga la referencia. Daniela tiene una visión receptiva que la hace absorber la esencia del espacio, el semblante de la territorialidad y de la gente que la rodea, pues en su obra se puede “oler” y tener la certeza de estar en frente de “gente”, “personas”, “ciudades” que no aparecen en ninguna de las maneras figurativas.
Su lenguaje intelectual aparece más bien como la rebeldía innata de los niños que prefieren experimentar antes de pararse a pensar en lo que están haciendo. Sus palabras brotan llenas de emociones y de una sencillez tal que no da campo para interpretaciones paralelas. Su obra plástica se percibe cronológicamente como un cuento emocional e intimo de cada momento cotidiano sobre su propia lucha por la liberación. Da la sensación de que en cada explosión de creación algo sucede, algo la hace avanzar, pues sus obras van cambiando de sesión en sesión, como si algo tratara de decirnos, como si hablara de cosas de las que normalmente no se pueden hablar, de encierros, de claustros.
En sus obras una fuerza brutal y pura, insinúa una lucha interna bestial. Puedes tener la sensación de que se esta liberando una batalla sangrienta en un universo interno capaz de transformación, como la batalla que libera al gusano convirtiéndolo en mariposa luego de su estadía dentro de la crisálida.
Puede decirse también que esta lucha por encontrar la clave o resolver las divisiones a las que estamos sometidos en la sociedad, esta presente en la obra de Daniela Quilici, mediante su discurso dual sobre la naturaleza de las cosas y la experiencia en el mundo. Ella intenta unir todo lo que aparentemente esta separado. Su impulso vital la lleva a convertirse en una unificadora innata sugiriendo que las cosas no necesariamente están del todo separadas, sino más bien “distanciadas”.
Rosana Fernández
Agradecemos a Daniela Quilici por el envío de la invitación