El último fin de semana de agosto, he recorrido diferentes localidades de la provincia de Segovia en la que ha habido danzas de palos o paloteos en honor a distintas imágenes como la de Nuestra Señora, celebrada este año el sábado 31 de agosto en San Pedro de Gaíllos, y la de la Virgen del Barrio, que ha tenido lugar durante el 31 de agosto y el 1 de septiembre en Valleruela de Sepúlveda. Estas fiestas, se enmarcan en la festividad de la Natividad de la Virgen -su nacimiento-, que según el calendario litúrgico se celebra el 8 de septiembre. En torno a esta fecha, la provincia de Segovia “alaba” con sus paloteos a una importante lista de advocaciones marianas, cuyas celebraciones se suceden y se solapan en el tiempo: el próximo fin de semana llegan las fiestas de Arcones, Pedraza, Santa María la Real de Nieva o Carbonero el Mayor, por sólo citar algunas de ellas.
Nuestra Señora en San Pedro de Gaíllos
La Virgen del Barrio en Valleruela de Sepúlveda
A escasos kilómetros de San Pedro de Gaíllos los vecinos de Valleruela de Sepúlveda han celebrado las fiestas en honor la Virgen del Barrio. Sin duda, y aunque las danzas de palos tienen lugar durante el primer y el segundo día de fiesta, el momento que todos viven con especial emoción es el de la “subida” de la Virgen. El segundo día de fiesta, y tras la misa y procesión dedicada a los difuntos que tiene lugar por la mañana, varias mujeres terminan de vestir a la imagen, y los hombres “preparan” todo lo necesario para la celebración del rosario y la “subida” de la Virgen hasta el retablo mayor. A las seis de la tarde, el rito da comienzo: se reza el rosario y la dulzaina y las danzas de palos suenan en el interior del templo; el momento más emotivo, la entonación de la Salve, con la dulzaina de Demetrio -dulzainaro de La Matilla-y el lento ascenso de la Virgen del Barrio en su particular “subida”. Os dejo una fotografía de los preparativos que tienen lugar tras la misa y procesión por los difuntos.