Eugenia Martínez Vallejo, alias "la monstrua", nació en Avilés, en la casa que podemos ver en la fotografía, en cuyo jardín se erige una estatua en su recuerdo. Es muy probable que padeciese el Síndrome de Prader-Willi, motivado por la alteración genética que se produce por la rotura (deleción) del brazo largo (q) del cromosoma 15 de origen paterno.
El Sindrome de Prader Willi se caracteriza por hipotonía, obesidad, alteraciones psicológicas y desarrollo sexual incompleto, entre otras cosas, aunque el motivo por el que Eugenia fue elegida para integrar la corte de los infantes reales fue el que compartía con otros de los bufones de antaño: su baja estatura.
Todos sabemos lo importante que fue siempre para nosotros una talla adecuada, nos lo recuerdan dichos como aquel "burro grande, ande o no ande" y el hecho de que el carecer de ella constituyese -históricamente- motivo suficiente para ser objeto de burla, mofa o entretenimiento. Afortunadamente ya no es tan así, aunque aún no resolviesemos del todo esta indigna cuestión: hoy por hoy los enanos siguen protagonizando espectáculos cómicos y la talla sigue constituyendo un objeto de culto.
En España, la región que ostenta la talla media más elevada es Aragón, siendo Sabiñánigo el pueblo que se sitúa en el techo nacional, probablemente por algún fenómeno endogámico relacionado con las malas comunicaciones que caracterizaron siempre a esa zona.
Vaya por delante que cada día vivimos nuevas razones que insisten en llevarnos a desmitificar el asunto de la talla: que le pregunten al "Pulga" de Messi que aunque tarde, también fue tratado con hormona del crecimiento.