"Hay esperanza y una clase de belleza allí en algún lugar, si la buscas."
H. R. Giger
La vida de Hansruedi Giger, más conocido como H.R Giger, no sólo se plasmó en sus oníricas pinturas y esculturas sino que se hizo un referente de la cultura popular tanto por Alien, y el diseño del Xenomorfo - junto a Carlo Rambaldi-, como por el rock pesado y sus caratulas repletas de fetichismo, biomorfos, sexualidad e iconoclastia; este artista suizo tan talentoso como polémico fue retratado por la documentalista Belinda Sallin, que no sólo logra integrarse a la familia Giger sino a la intimidad de un artista que como su casa en un retazo de recuerdos, talento y memorias de su propia obra.Sallin, deja en claro, que las imágenes son las que van a pesar en este documental, que si bien no está exento de entrevistas y diálogos, son las obras de Giger las que hablan por él, ya no sólo por su obvia timidez sino por su misma salud - hay que recordar el artista murió a los pocos meses de finalizado el trabajo-; de forma cuidadosa, intimista, la documentalista, a la que "le abrieron las puertas del artista" como dice en una entrevista, no sólo nos acerca a la faceta más humana, sus recuerdos, triunfos y complejidades sino a esos momentos cotidianos a los que tanto cámara como sonido se hacen un hueco en ese "monumento artístico" que es la casa de los Giger, ocupada ya no sólo por la pareja, sino por una serie de amigos, asistentes y ocupantes ocasionales, que vieron en Hansruedi, su inspiración, estudio o una mano prodigiosa para el arte.