De la Cofia al Postureo Enfermero [monólogo]

Por Serafín Fernández-Salazar @cuidandosfs
Inicio » Nuestra Opinión » De la Cofia al Postureo Enfermero [monólogo]

El postureo enfermero está de moda. Osea, me explico…

Llego al vestuario, aseadito y bien peinado (el que pueda…). Abro la taquilla, cojo el pijama. Me lo pongo. Si puede ser ceñido mejor, así se marcan los abdominales y los bíceps (el que tenga).

Puesto el pijama, toca ponerse los zuecos (azules, rosas, verdes, amarillo, morado,…). Cualquier color menos blanco (no se lleva…). Ups, se me pasaron los calcetines: De listas, dibujos, Pepa Pig, Bob Esponja, Jhaiver… Si puede ser a juego con los zuecos y el color del pijama, mejor. Uno no puede ir de cualquier forma a trabajar.

Aún nos faltan algunos complementos. Si es invierno, camiseta térmica, con un color fosforito (que se note que la llevas). Si eres de Quirófano, te puedes poner un gorro de esos de colorines, de dibujos, de piratas, de elefantes rosas… (se de un compañero que se los puso y un paciente en reanimación le dijo a su enfermera: Ainss la anestesia, que cosas, cuando me desperté vi elefantes rosas). Eso es caché y lo demás es tontería.

Perdonen, que todavía nos quedan cosas. Tenemos que rellenar los bolsillos. Una enfermera siempre lleva los bolsillos llenos de cosas, eso sí, todo ordenadito. No se lo puede usted imaginar. Los bolsillos son cómo los cajones y clasificadores del ikea:

Bolsillo de la parte superior del pijama (al lado del pecho izquierdo): Bolígrafos de colores: negro, rojo, azul yyyyy…. verde. Si, las enfermeras llevamos bolígrafo de color verde. Da igual si pasas las constantes al ordenador, pero una enfermera siempre lleva un bolígrafo de color verde. Por si acaso. Al lado de los bolígrafos, un rotulador fosforescente,  para marcar la planilla y hacer los cambios de turno. Así es, porque un buen enfermero, siempre lleva su fotocopia de la planilla doblada en cuatro partes en el bolsillo superior, por si en algún momento surgen hacer algún cambio. Aunque ahora, lo que se lleva de verdat es poner tu planilla en el móvil y compartirla con tu pareja, pero esto ya lo tocaremos cuando lleguemos al bolsillo izquierdo del pantalón. Al lado del bolsillo, un muñeco o muñeca, que supuestamente eres tú, personalizado, con tu flequillo o coleta y que muestra a todos los pacientes que eres… ¿enfermera?¿o vendedor de manualidades?

Bolsillo derecho del pijama, en la línea de flotación derecha: Este el bolsillo que contiene tres de los instrumentos básicos de una buena enfermera: esparadrapo (sirve para miles de cosas, no se lo puede usted imaginar), tijeras (cortamos de todo con ellas) y el famoso rotulador con tinta permanente (que tu supervisora nunca te quiere dar, “porque nunca tiene”). El próximo programa de cuarto milenio irá destinado a averiguar este curioso enigma: ¿cómo tienen las enfermeras rotulador permanente si nadie se lo da?

Bolsillo izquierdo del pijama, en la línea de flotación izquierda: Este bolsillo guarda todo lo relacionado con la vía intravenosa; agujas (de todos los calibres), tapones para vía seca, jeringas de 5cc, alguna llave de tres vías, y el compresor. Pierde el compresor y perderás tu vida, porque nunca encontrarás uno igual que el tuyo. Los compresores se heredan y al igual que el rotulador permanente, nadie sabe donde hay más. Quizás algún sindicato ofrezca alguna promo de compresores, pero te puedes fiar solo en año de elecciones sindicales. Si no puedes encontrar uno, siempre podrás “robárselos” a los de la otra planta.

Bolsillo izquierdo del pantalón: ese es el bolsillo del móvil. Porque ahora sin el móvil, ni eres enfermera ni eres nada. Los cambios de turno se piden por guasap, las guías de antídotos de los medicamentos las puedo consultar por el móvil, recibo el correo de la empresa en el momento (aunque esté librando) y sobretodo me permite jugar a algún jueguecito si la noche se hace muy larga (la noches me confunden).

Bolsillo derecho del pantalón: lo interesante de los pantalones es buscar siempre un pantalón con dos bolsillos, porque si no estarás perdido, ya que irás todo el turno girado hacia un lado (el del móvil), por lo que en este bolsillo hay que poner algo que pese. Lo ideal es llevar esa libreta de cuando empezaste, con las hojas amarillas, donde apuntabas que medicación cargar, cómo hacer una valoración, las interacciones de los medicamentos. El caso es que no te hace falta la libreta para nada (porque llevas el móvil) pero acompaña. Es como un amuleto. “La libreta de la suerte” la llaman algunos.

A todo esto, siempre se puede llevar algún complemento que nos haga más bellos o “guapas”; collar, pulsera (de todos los modelos, ahora de gomas de esas…), anillos, pendientes, otra pulsera, otro collar… no sé, algo que acompañe al brillo de tus ojos y que pueda servir de transporte de algún bichito.

Antes de salir del vestuario, unas gotitas de perfume o desodorante (del bueno). El caso es que cuando salgas del vestuario, tus compañeras te vean bien guapo o guapa, y los pacientes vean que eres una enfermera de los pies de la cabeza, con todos tus accesorios preparados y lista para cuidar al 100%.

Eso sí, si algún paciente me pregunta algo, la respuesta estandar es…”Eso se lo pregunta al médico cuando pase”. Uf, y de evidencias y de investigación no me digas ná, que eso es muy complicado, para eso hay que valer y te tiene que gustar…

Si es que nos tenemos arreglo. ¡Viva el postureo! (pero con evidencias).