De la Secuelas de la Wonca y el ego médico

Por Saludyotrascosasdecomer

Estatua del Rey Segismundo en el centro de Varsovia

Reconozco que ha sido un congreso interesantísimo y muy fructífero, y reconozco también que era la primera vez que asistía a un congreso de médicos, muchas veces pregunté eso de ¿qué hace un chico como yo en un sitio como este?... Reconozco que una de las cosas que más me ha impresionado, por lo que tiene de cómico y tópico al mismo tiempo es el símbolo del congreso.
Uno de los símbolos de la ciudad el el monumento al rey Segismundo situado en la plaza central de la ciudad, a las puertas del palacio real, y subido a una impresionante columna con su pedestal a juego, pues bien, el símbolo del congreso ha sido una copia de esa columna y ese pedestal a juego, pero en lugar de la estatua del Rey Segismundo, adivinen, estaba la estatua de.... si, si, DE UN MÉDICO,  con su bata abierta y su fonendo al cuello, mirando al horizonte, como si fuese la estatua de Colón, pero sin señalar en ninguna dirección en concreto. 

El médico en el Pedestal, símbolo del congreso de la Wonca

Reconozco que  no me di cuenta del este tema hasta el último dia, por cuestiones, seguramente derivadas a mi despiste congénito y del estrés neuronal propio del ecosistema creado en el congreso, las mis neuronas, pobres se estresan y se se suicidan tirandose al vacío desde el lóbulo parietal, a través del surco central para estrellarse en la amígdala. Es un sumidero de neuronas. El cerebro se absorbe a si mismo contrayendose hasta casi desaparecer (David Caballero Sic). Como diría Mafalda si un médico se quiere suicidar se tira de su ego.
A lo mejor uno de los problemas de nuestros sistemas es ese el pedestal, los pedestales hacen muy difícil el movimiento, e imposible el conseguir colaborar, cooperar y coordinarse con el resto de personas que no están en pedestales o, peor aún, que están en otro pedestal.