Una amable comunicante a quien no conozco de nada me envía unos datos, que dice responden a un estudio que ha realizado la empresa para la que trabaja. Según ese estudio, los alcaldes y alcaldables que se presentan a las próximas municipales son verdaderos analfabetos digitales aunque intentan disimular todo lo posible. Les mentiría si dijera que no sospechaba algo así.
Algunas conclusiones menores que me hace llegar esta persona y que transcribo literalmente, ayudan a enmarcar el problema:
- El único alcalde con página y perfil de Facebook, Twitter, Youtube y blog es Jerónimo Saavedra (Las Palmas de Gran Canaria).
- Los alcaldes más populares en las redes, como Rita Barberá, Alberto Ruiz-Gallardón o Sonia Castedo, apenas interactúan con sus seguidores.
- Ningún alcalde responde a los comentarios en su blog.
- Los alcaldes que no se presentan a la alcaldía se alejan de las redes.
Acaba mi comunicante con una frase lapidaria: "El estudio concluye que el interés de los alcaldes en social media es más electoral que social". A renglón seguido requiere mi opinión sobre el asunto. Pues nada, aquí va: mi opinión es que los políticos profesionales españoles o mejor dicho sus asesores de imagen están a la que salta, aunque no entiendan un carajo de social media, de nuevas tecnologías de la comunicación y si me apuran tampoco de imagen, que es lo que en teoría les da de comer. Lo único que le interesa a esta gente del mundo digital, es el marchamo de moderno que proporciona.
Claro que bien mirado eso ocurre con otros muchos usuarios de la Red (y de las redes) , y de ahí el florecimiento de la figura del negro digital, es decir de la persona que tiene a su cargo redactar mensajes o mantener sitios cuya existencia se atribuye a un político, cantante, jugador de fútbol o cualquier otro ente por el estilo, pero que en realidad acostumbra a perpetrar un mindundi a menudo peleado con la cultura general. Y así pasa luego lo que pasa: vean los twitters presuntamente fabricados por personajes de moda, verdaderos haikus de la estulticia humana, y me darán la razón.
Una de las cagadas más reveladoras y que venía a expresar con dureza la verdadera opinión del negro sobre su dueño la leí no hace muchos meses en la web de cierto político madrileño, que en los últimos años ha venido actuando como Papa absoluto del deporte español. El tipo que le había confeccionado la presunta autobiografía que podía leerse en su web personal, ponía en boca del político estas palabras: "En las elecciones del año tal, conseguí hacerme con un sitio en la lista del PSOE por Madrid". Ni su peor enemigo le hubiera desnudado con mayor contundencia.
De todos modos la de negro digital de político es una profesión a la que le queda poco futuro, porque la modernez en Internet dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio, en la medida en que en el ciberespacio todo se acelera de modo endiablado y por tanto las cosas dejan de estar de moda de un día para otro. Y es sabido que cuando algo pierde su condición de extremadamente moderno, pierde de manera automática su interés para estos vip's de pacotilla. Andando el tiempo, hasta Internet les parecerá pasado de moda y acabarán por prescindir de él como altavoz de sus ocurrencias y rebuznos. Ahí saldremos ganando todos, eso sí. ¿Se imaginan una Red libre de la jeta y las majezas de Esperanza Aguirre, por no ir más lejos?.
En la imagen que ilustra el post, presunta "web personal" del candidato derechista Mariano Rajoy durante la campaña de las elecciones generales de 2008.