Carolina (moderadora): ¡Atención, atención! Señoras y señores, grandes y niños, acérquense a este segundo debate de El Tiramilla. En esta ocasión nuestros contrincantes son Sandro y Virginia, ¿qué les parece a ellos el resurgimiento de los hombres lobo en la literatura juvenil? Escuchemos sus argumentos, aunque manteniendo cierta distancia de seguridad, porque no queremos que a nadie le salpique la sangre.
Sandro (combatiente nº 1): El hombre lobo siempre ha sido una criatura terrorífica que poco o nada tiene que ver con la elegancia y el atractivo de los vampiros, el licántropo no se presta a tantas revisiones y actualizaciones, creo que no resulta lo suficientemente atractivo para el público juvenil.
S: Precisamente, al tener una base humana los conflictos del hombre lobo siempre son mucho más oscuros y dramáticos, contribuyendo a esa ambientación aterradora de las historias clásicas. Con la adaptación a la literatura juvenil, todos estos conflictos se diluyen en una historia muy simple de romances sobrenaturales.
Moderadora: Empezamos con fuerza, veamos quién gana la batalla, los hombres lobo clásicos o sus jóvenes descendientes.
V: ¿Por qué debe derivar a algo oscuro y dramático?, ¿para responder al concepto de hombre lobo modelo “asustaviejas” en el que el “cambiante” pasaba a convertirse en un monstruo? Y esto se debía sobre todo a la visión equivocada que se tenía del lobo como un animal peligroso y asesino. ¿Que la literatura juvenil actual diluye esa visión terrorífica? Puede, pero al menos juega a mostrar más caras de ese lobo feroz.
S: Se están perdiendo muchos matices en aras de una narración más light dirigida a los jóvenes. En la saga Guardianes Ocultos, de Rachel Hawthorne, la transformación del hombre en licántropo se hace casi de forma automática y sin que los protagonistas lleguen a sufrir físicamente, lo que habría constituido un interesante dilema psicológico.
Moderadora: Virginia ha sacado aquí una constante en muchos libros en los que aparecen los hombres lobo, su origen tribal. La misma Stephenie Meyer lo incluye en sus licántropos de la saga Crepúsculo. Veamos cómo responde Sandro a este duro golpe.
S: No termina de convencerme el resultado de las sagas actuales, pues su base mítica es demasiado pobre y desaprovechada, y estoy dispuesto a afirmar que aún hoy no existe una saga juvenil de hombres lobo definitiva.
V: Rojo Feroz los presenta como asesinos despiadados de muchachitas inocentes, Temblor como hombres lobo que cambian según la estación del año y que pasado un tiempo quedan por siempre en su forma animal, y Sombra Nocturna como seres creados por brujos a través de la magia. Un mismo ser, tres conceptos totalmente distintos.
S: En vista de lo que nos ofrecen, queda en evidencia que el potencial de una criatura como el hombre lobo se ha visto reducido y enfocado al terreno amoroso, el único conflicto que parece importarle al nuevo licántropo es poder mantener una relación normal con su amada de turno, dejando de lado aspectos tan interesantes como el terror, el rechazo social o la leyenda, que sólo son tratados de forma anecdótica. Creo que se pueden crear novelas mejores, pero, ¿está preparado el público juvenil para algo más que historias de amor?
Moderadora: ¿Y vosotros, lectores, con quién estáis? Por un lado, Sandro ha defendido con vehemencia a los hombres lobo de toda la vida, sanguinarios y preocupados por algo más que por una relación amorosa. En cambio, Virginia ha venido con los deberes hechos y ha demostrado conocer bien todos esos libros que han revisionado el mito. Clásicos o modernos, que cada uno elija a su tipo de hombre lobo favorito.