¿Deberías dejar que tu gato salga de casa?

Por Jgallego19

Acabas de adoptar un gato que será tu compañero durante muchos años. Una de las grandes decisiones que debes tomar sobre su cuidado es si deberías dejar que tu gato salga de casa o no. Y precisamente éste es un tema que genera bastante debate entre los amantes de los gatos.

La decisión que tomes tendrá un impacto importante en la calidad de vida de tu gato, influyendo directamente en el tiempo que podrá llegar a vivir. Los gatos que viven al aire libre tienen una esperanza de vida mucho más corta que los que viven en el interior de casa y tienen un riesgo mucho mayor de contraer enfermedades graves.

La vida de un gato al aire libre

Vistos desde siempre como criaturas independientes, mucha gente considera que los gatos necesitan la libertad del aire libre para ser felices. La vida al aire libre, aunque sea en forma de escapadas, ofrece estímulos naturales que los gatos pueden encontrar emocionantes y divertidos: árboles para trepar, ratones e insectos para perseguir y luz solar para echar una tranquila siesta.

Los gatos a los que se les permite salir al exterior pueden optar por hacer sus necesidades en un jardín cercano, eliminando así la necesidad de sus dueños de limpiar la caja de arena con frecuencia o comprar tanta arena.

El aire libre es un entorno adecuado para que un gato exhiba ciertos comportamientos propios de su especie, como arañar y marcar el territorio. Si tu gato presenta los mismos comportamientos en el interior, se convertirá en un problema que debe ser resuelto para que tu casa siga siendo un hogar feliz y habitable.

Si adoptaste un gato callejero o salvaje (uno que nunca ha vivido con humanos), puede ser más insistente en sus intentos de salir a la calle que un gato que siempre ha vivido en el interior de una casa. Es más probable que un gato callejero o salvaje te ponga las cosas más difíciles para retenerle dentro.

Los peligros del exterior

Por otro lado, la salud de los gatos al aire libre se ve amenazada por enfermedades contagiosas tales como la leucemia felina, el virus de la inmunodeficiencia felina, la peritonitis infecciosa felina y la rabia (en España está erradicada).

Por ejemplo, el virus de la inmunodeficiencia felina (el SIDA felino) es una enfermedad mortal que acaba con la vida de hasta un 14% de la población de gatos. Se transmite de un gato a otro por la sangre y la saliva. Esto ocurre principalmente a través de los mordiscos, por lo que los gatos machos al aire libre que luchan con otros gatos están en mayor riesgo.

Los parásitos como las pulgas, las garrapatas y los gusanos atacan comúnmente a los gatos que viven en el exterior. Si permites que tu gato entre y salga a voluntad, llevará estos parásitos a tu casa. Los gatos al aire libre son más propensos a contraer enfermedades como la toxoplasmosis, la tiña y los ascárides, enfermedades que son zoonóticas, es decir, que se pueden transmitir a las personas.

Los gatos al aire libre pueden ser atacados por animales salvajes u otros animales domésticos que vagan libremente. Por desagradable que sea pensarlo, pueden ser víctimas de accidentes de tráfico, robos de mascotas, envenenamiento, mutilaciones, trampas y maltrato animal. Los gatos que viven en el exterior deben hacer frente a las inclemencias del tiempo y los problemas físicos que ello conlleva, como la congelación o la hipertermia.

A los vecinos seguramente no les haga demasiada gracia que tu gato cave en sus jardines o haga sus necesidades en ellos. Como consecuencia, tu gato puede sufrir que los vecinos se tomen la justicia por sus propias manos contra él.

Por otra parte, los gatos que no han sido castrados/esterilizados y que vagan  libremente por el exterior contribuyen a la sobrepoblación de mascotas mediante la reproducción indiscriminada.

Cómo proteger a tu gato si vas a dejarle salir:

Si vas a permitir que tu gato salga de tu casa, ya conoces los riesgos. Así que ten en cuenta los siguientes consejos para protegerle en la medida de lo posible:

  • Proporciónale un collar o un arnés que incluye una etiqueta de identificación.
  • Ponle un microchip; esto permitirá que si le encuentran, y aunque haya perdido su collar, puedan identificarle.
  • Nunca le dejes salir sin correa especialmente si vives cerca de una calle muy transitada por vehículos o si hay perros agresivos en el barrio.
  • Asegúrate de que las vacunas de tu gato están hasta al día y que ha sido esterilizado o castrado.
  • Si has desuñado a tu gato (cosa de la que estamos en contra rotundamente), entonces no deberías dejarle salir fuera de casa, ya que no tiene capacidad para defenderse.

La vida de un gato en el interior

Tal vez el mayor argumento para mantener a un gato dentro de casa es su esperanza de vida, que es bastante superior a la de un gato que vive fuera o incluso la de un gato al que se le permite salir de vez en cuando. Los gatos que viven exclusivamente al aire libre viven alrededor de 3 a 5 años en promedio, mientras que la esperanza media de vida de los gatos de interior es de 14 años o más.

Dejar que un gato de interior salga a la calle no es la solución a un problema de comportamiento del animal; dejar que tu gato salga al aire libre no asegura que no vaya a continuar desarrollando ese problema de comportamiento cuando vuelva dentro de casa.

Además, el mantenimiento de un gato dentro de casa no está completamente libre de riesgos y no hay plena seguridad de que el gato no contraerá una enfermedad contagiosa.


Pesando todos estos factores, tendrás que llegar a tu propia decisión sobre el entorno, al aire libre o en el interior, en el que deseas que viva tu gato.