Decadencia
Empolvada concubina vestida con ricas sedas-
Pies vendados, cuerpo blando, labios flojos-
Mira lotos a través de binoculares.
Una libélula se posa en su inmóvil abanico.
¿Cómo sabes cuando tu propia vida raya en la decadencia? Ciertamente cuando la fuerza de las formas pasa a ser más importante que la fuerza de la sustancia. Cuando la etiqueta y la moral se vuelven más importantes que la comprensión y la rectitud. Cuando los procedimientos se vuelven más importantes que la creatividad. Cuando la gratificación de tu codicia se hace más importante que el dar a los demás. Cuando el patriotismo pasa a ser más importante que el gobierno moderado y el tratamiento inteligente a las otras naciones. Cuando la acción de comer se torna más importante que las consideraciones de nutrición. Cuando la ópera se vuelve más importante que ayudar a los pobres y desamparados. Cuando el propio confort se vuelve más importante que el sufrimiento de los seres queridos. Cuando la ambición pasa a ser más importante que la benevolencia. Cuando el prestigio se torna más importante que la caridad. Cuando la academia se vuelve más importante que las calles. Cuando la expresión ruidosa se vuelve más importante que escuchar a los demás. Cuando la extravagancia se vuelve más importante que la comunicación. Cuando ser un entendido se vuelve más importante que los actos simples. Cuando el estilo se vuelve más importante que la función. Cuando los libros se vuelven más importantes que los maestros. Cuando la conveniencia se vuelve más importante que los ancianos. Cuando hueles que estas cosas están pasando, no estás lejos de la decadencia. Deng Ming-Dao