1. Toma de 2 a 2,5 litros de líquidos diarios. Cuando aumente el calor, la humedad o tu nivel de actividad física puedes necesitar beber más porque se incrementan las pérdidas hídricas.
2. Bebe de forma continuada a lo largo de todo el día, incluso aunque no tengas sed, ya que esta sensación aparece cuando existe ya cierto grado de deshidratación.
3. Lleva a mano una botella de tu bebida favorita que te recuerde la necesidad de beber.
4. Elige entre la gran variedad de bebidas que tienes a tu disposición. Además de agua, las infusiones, refrescos, los zumos, los caldos y los lácteos ayudan a beber lo suficiente e hidratan el organismo.
5. Las frutas, verduras y hortalizas también contribuyen a la hidratación, ya que tienen un alto contenido en agua.
6. Evita el alcohol porque tiene un gran poder diurético y deshidrata.
7. Si haces deporte, debes beber antes, durante y después de practicarlo, ya que se pierde mucho líquido a través del sudor. En estas situaciones, recuerda que las bebidas para deportistas te ayudan a reponer sales minerales y glucosa además de hidratarte.
8. Hidrata tu piel también desde fuera utilizando productos especializados de uso tópico.
9. En verano evita tomar el sol entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, ya que son las horas de mayor intensidad y puede tener efectos nocivos sobre la piel.
10. Usa siempre protección solar con filtro UVA y UVB para evitar los daños de la radiación solar y el envejecimiento prematuro de la piel.
**Según el OHS( Observatorio de Hidratación y Salud )