¿Tenéis tarros de vidrio de alguna salsa o conserva? ¿Y un poco de cordel y pegamento? Pues no hay excusa que valga… ¡Manos a la obra!
Tan sencillo como seguir los pasos que muestran las imágenes siguientes:
Para rematar los tarros, una opción es esconder el extremo del cordel bajo unas cuantas vueltas hechas en diagonal y finalizar el conjunto con un lazo de cinta del color deseado. ¿Qué os parece?