Decoración preboda: Una merienda con un gnomo verde

Publicado el 28 febrero 2013 por Bodasdecuento

En el cine para cada peli se define una paleta cromática, unos colores principales o predominantes que marcarán el universo que envuelve y caracteriza a esa película. Como si de la peli de Amélie se tratase, el rojo y el verde fueron la paleta de colores de esta preboda que diseñamos y decoramos para nuestros cuentinovios Carmen y Daniel. Carmen, enamorada del cine de francés, de la música francesa, de la provenza, de Amélie y del vintage, nos pidió que en cada “fotograma” de su peli particular, en cada, uno hubiese un detalle en rojo y verde.

Y nos gustaría enseñaros estas fotos (tan cuquis), de nuestra querida Neima Pidal, como si de una peli se tratase; ojalá mientras las veáis podáis ponerle voz a estas imágenes y que os transporten a ese rincón del Somontano donde transcurrió esta sesión.

Hace ya casi un año que hicimos esta sesión, y volver a verla ahora me trae los recuerdos de aquella tarde de forma súper cercana. Es curioso el poder de la fotografía, cómo te transporta a momentos pasados con tanta facilidad. En modo making of, en plan anécdotas de una tarde de shooting, os contaríamos muchas cosas. Como cuando descargábamos todo el material partiéndonos de risa, porque parecía que íbamos a rodar un cortometraje más que una sesión de fotos y es que los cuentidesembarcos de material siempre son tremendos… O las caras de “flipadas” de Neima y mía (Wendy) cuando mientras trabajamos vemos algo, un objeto, una composición que nos gusta a las dos (compartimos muchos gustos y fetiches de decoración), a Jose, muy pro, iluminando behind the scenes porque la luz se  nos escapaba al final de la tarde, mis retoques al rouge à lèvres de Carmen (¡qué manía tengo con eso!), la tarta que preparó Carmen desparramada (daños colaterales, siempre hay víctimas en estas sesiones con comida, juas!) y los picoteos de todo el equipo a la mesa de quesos, por favooor!!! Montar estos sets con comida es mortal!!! Huele todo tan bien, tiene todo tan buena pinta que es imposible resistirte…

Pero volvamos allí de nuevo. Son las 5 de la tarde, hay una temperatura ideal, el agua para el té ya burbujea y todo está listo en esta “peli”, nos acompañas?

“Hagamos una merienda, pero sin cupcakes, mejor con un pastel casero de fresas. Y prepararé un té, con galletas. Y mermelada. Y colocaré en la mesa las flores que compré esta mañana. Ups! Un gnomo verde. Creo que quiere quedarse con nosotros. Pues adelante, que pase! Está invitado.

¿Te sirvo té? Sí, gracias, con un azucarillo de corazón quizá. Ven, siéntate aquí a mi lado y cuéntame al oído qué tesoros vamos a encontrar esta tarde…

En la terraza, un beso con el almendro de fondo, porque ya casi es primavera, se nota, se huele, hay ganas; el sol baña nuestra cara antes de irse hasta mañana, casi es hora de cenar… Preparemos la mesa, te invito a cenar, pondré algo de música, de la que nos gusta. Tomaremos queso y vino y charlaremos, haremos planes, soñaremos con el próximo verano y los lugares a los que iremos, las cosas que viviremos. ¡Brindo por ello!

¿Me quieres? Por supuesto.  A ti y al gnomo verde, que ya forma parte de esta historia, de este cuento…”

Las flores de esta sesión son de Mayula Flores, aquel día tenían en la tienda las rosas, los ranúnculos y la mimosa más bonitos del lugar (gracias, chicas!). Podéis ver más fotos de esta preboda en este post que hizo Neima el año pasado. Feliz fin de semana, lovelies!