El origen de este trabajo está en un palet al que desmonte los tacos y dejé sólo con la base de lamas, pues quería que quedara pegado a la pared sin sobresalir.
A la base le añadí lamas de otro palet para hacer una especie de pared. Quedaría sin huecos.
Para fijarlos utilicé cola de carpintero y tirafondos, estos últimos irían por la parte trasera para que no quedaran a la vista.
Una vez hecha la base, con los tacos que le quité y otra lama, unos tirafondos y cola, le hice una mini-balda para colocar accesorios decorativos.
Ahora tocaba pintar. El color elegido, el blanco. Utilicé pintura a la tiza. Preferí no lijarlo, no quería un resultado liso, sino desigual.
Con un par de capas fue suficiente. Después lo lijé por zonas, sobretodo en aristas y salientes... zonas que después manché con un trapo con Betún de Judea para marcar más las aristas.