Cada año, sueño con viajar a lugares remotos, empaparme de otras culturas, respirar aires nuevos... Pero cuando llega el momento de volar, me siento tan cansada después de todo un año de trabajo, que en mi mente sólo logro visualizar un retiro tranquilo, con encanto, tumbona, piscina y un puñado de lecturas pendientes...
Imaginad que pudierais recorrer todos esos lugares mágicos,
que delimitan las fronteras de la vida de cada uno, montados en una SENCILLA BICICLETA... Ligeros, sin prisas, siendo portadores de multitud de objetos sentimentalmente valiosos en el interior de un viejo cajón de madera...Objetos, sombreros, flores, bicicletas, paisajes, fronteras, sonidos, sensaciones, recuerdos, dedicatorias... Nuestras, tuyas, mías, de todos... Vuestras...
Fuente: Style Files
Y yo aquí me bajo... Con la sensación de haber recorrido pedaleando, miles de kilómetros, sin perder el aliento... Abarcando con la mano sobre una sencilla tela, todo un mundo a mis espaldas, con la que fabricaré ESE DETALLE VIAJERO que decorará el rincón geográfico, que por el momento, más me he esforzado en conocer a fondo... Mi propia casa...
Fotografías: Cosas de PalmichulaTela: Black Oveja
¡FELIZ FIN DE SEMANA!Y no olvidéis que...SOÑAR MULTIPLICA POR MIL NUESTRO TAMAÑO