Sin duda, la profesión va por dentro y creas o no...siempre te llevas algo de tu pasion contigo cuando te vas fuera.
Por eso, nos acercamos a visitar la cueva "El Soplao" de Cantabria, al norte y casi pegando al principado, y "ding" entre las luces, el color (y los 10º interiores) pensé en si se podría organizar una boda en un espacio tan místico.
Y si...si se puede, y con un marco incomparable y un estilo perfecto y muy natural.
Así encontré, esta boda, en pleno Denver, Colorado.
Emily y David tenían claro que ese día iba a ser algo mas que especial y diferente, que todo el mundo la recordarían y que los limites los ponemos nosotros mismos.
A mi me ha parecido sorprendete y magnifica a partes iguales, y sin duda, un espacio perfecto para crear algo tuyo y muy personal.
A ver que os parece a vosotros.
via
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