Hoy queremos mostrarte una idea que te puede resultar muy inspiradora al decorar cualquier pasillo; una idea muy sencilla, que requiere de muy pocos elementos, pero capaz de integrar esa fría zona de paso al resto del hogar convirtiéndolo en un espacio agradable y acogedor.
Jugar con los colores es una muy buena opción en estos casos. Y en esta ocasión se ha apostado por el rojo y azul en versiones algo oscuras que contrastan con pequeños detalles en color blanco…
Tres cuadros originales, un banco, una alfombra y algunos cojines es suficiente para hacer de un frío espacio sin personalidad un bonito y acogedor rincón. De esta forma, no sólo se consigue imprimir encanto a una zona sin gracia, sino también convertirlo en una espacio útil en el que poder descansar en compañía de un café, por ejemplo.