En plena expansión de las nuevas tecnologías y de la implantación paulatina del modo de vida 2.0, trabajar desde casa se está poniendo a la orden del día. Pero esto no es nuevo, muchos sectores han permitido que sus profesionales, tanto en nómina como por cuenta ajena, realicen sus tareas desde el hogar, convirtiendo nuestro hábitat natural en espacio de trabajo. Esto es el homeworking y en decoración es una tendencia que no conviene desdeñar.
Obviamente, cada caso es diferente y conviene estudiar bien las necesidades de nuestra actividad para comprender que requerimientos necesitará nuestro entorno de trabajo, de esta manera podemos adaptar lo mejor posible el espacio y los elementos a disponer en él. Debemos tener en cuenta las partes funcionales, la ubicación, pero también la decoración, la separación de espacios, el color… Todo va a influir en nuestra productividad o creatividad en el proceso.
Psicólogos, fisioterapeutas, escritores, diseñadores gráficos, arquitectos… Muchos profesionales deciden en algún momento de vida conciliar vida y trabajo y una buena forma de empezar es ubicando nuestra “oficina” en casa. No hablamos de crear un despacho en un piso sino de habilitar un espacio dentro de nuestro hogar, a nuestra actividad laboral. Se puede.
Es importante la luz. Conviene elegir la habitación más luminosa de la casa. En salones grandes es posible combinar los espacios para que la división mantenga el hábitat de vivienda por un lado y la zona de trabajo por otro. Si puedes elegir otra habitación (porque te sobren) ten en cuenta la mejor obtención de luz natural posible. Si ha de ser artificial, busca dos puntos de luz principales, uno general y otro bien localizado en la zona donde más vayas a trabajar. Mejor una iluminación cálida e incidental, para trabajos creativos y más intensa si trabajas en temas más artesanales.
El color también debe ser tenido en cuenta, especialmente según las dimensiones del espacio. Los gamas suaves y el blanco, evitarán momentos de agobio, cuando el trabajo sea intenso. Si prefieres disciplinas más orientales, está demostrado que aplicar un poco de filosofía Zen al asunto, te permitirá concentrarte mejor en tu tarea.
El orden es importante, así que te recomendamos que tengas en cuenta recursos de almacenamiento (cajoneras, estanterías…) con el fin de que el espacio te permita recopilar todo el material necesario y al mismo tiempo tener todo “cerca”. Si trabajas con ordenador, una mesa amplia es importante, en la que además del teclado o una tableta gráfica, puedas extender libros o apuntes de trabajo. Apuesta por elementos de almacenaje que se combinen con otros o que se puedan elevar del suelo, para ganar espacio en cuanto a mesas y habitáculo.
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