Dedicaros a las ideologias, mientras yo me lleno el bolsillo

Por Peterpank @castguer
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Puesto porJCP on Sep 2, 2013 in Autores

Si algo puede traer de bueno la secesión de Cataluña es que España se irá a hacer puñetas. Será más fácil reconstruirla de nuevo que reformarla. Los bancos y las grandes empresas que viven de unos privilegios que resultan insostenibles saben por sus servicios de estudios y sin ellos que tal secesión rompe todos los esquemas. El mundo, tal como lo han conocido, de libertinaje y extracción de los fondos públicos llega a su fin. Se habla de muchas cosas, de plagas eternas que recaerán sobre Cataluña sin mencionar los daños colaterales que afectarán a España. El endeudamiento será el factor decisivo y no estoy hablando del endeudamiento público que si ya es imposible de pagar por 47 millones de españoles, más complicado va ser pagarlo con 40 millones, me estoy refiriendo al endeudamiento privado: una deuda estratosférica que multiplica por tres la deuda pública y que estos angelitos situados en los consejos de administración de los bancos y las grandes empresas con la connivencia del gobierno de turno pretenden que el populacho trague con ella. Para no hablar de la perdida de mercado de Repsol y Cepsa, de Endesa, de Abertis, de Vodafone y Telefónica (endeudadas hasta las cejas) y de otras más que viven del momio otorgado por el Estado con precios y tarifas que se salen del mapa muy diferentes a los del resto de Europa. La tan cacareada transición dejó al margen de la primera fila a toda una tropa que tenía asido el poder económico.  A los españoles se nos engañó con las virtudes, y bondades de la liberalización del mercado y la privatización de las empresas públicas que por su eficacia de gestión y competencia en el mercado nos iban a regalar los mejores precios. Lo cierto es que la banca funciona como lobby, las eléctricas se han repartido el mercado, los carburantes están en manos de un monopolio y todo acaba en una procesión de clientes cautivos. En el blog se ha puesto de manifiesto lo engañados que nos tienen los bancos, las petroleras, las eléctricas e incluso los tejemanejes de las autopistas, de lo que no se ha tratado, como se merece, es el sector de las comunicaciones. A todo cerdo le llega su San Martín. Ahora toca preguntarse como es que los españoles hemos pisado mierda en todo lo que se refiere a la irracionalidad de unos gobiernos (PSOE, y PP) de conceder cartas de marca, también conocidas como patentes de corso, para en lugar de capturar y saquear al trafico mercante de las naciones enemigas lo sustituyan por el dinero de una ciudadanía atrapada en esta singular piratería que otorga la privatización de las empresas públicas.

Entro en materia, cualquiera que se de una vuelta por Internet interesándose por las diferencias entre las tarifas de telefonía que rigen en España y las que se aplican en otros países podrá comprobar que nos toman el pelo: por un menor servicio se paga sustancialmente más aunque las diferencias de salario sean las que son. Dejo este enlace para aquellos interesados que por un rato quieran que se le quede la cara de tonto.

No obstante, una carta al director en la edición de El País este pasado domingo día 11 de agosto creo que es del todo explicita: “Tengo un hijo que vive en Suecia. Vino en julio a pasar unos días en casa y recibió el siguiente mensaje de su compañía sueca de telefonía: “Bienvenido a España. Precios estándar en coronas (IVA incluido): Llamadas a Suecia y UE 2,45 coronas minuto. Llamadas dentro de España: 2,45 coronas minuto. Recibir llamadas: 0,70 coronas minuto. SMS: 0,80 coronas. Internet: 4,50 coronas Mb”. El cambio de moneda: un euro equivale a aproximadamente 8,5 coronas. En agosto le devolví la visita y, al llegar a Suecia, recibí el siguiente mensaje de mi compañía de telefonía móvil: “Llamadas a España, locales y recibidas: 3,03 euros / minuto + 1,94 euros de establecimiento de llamada. SMS: 1,21 euros. MMS: 4,85 euros, los recibidos gratis. Internet: 12,10 euros/Mb facturado en Kbs (bonos aparte)”. Sin comentarios.- Ángel Martínez. Huesca.

Existe una razón para este desmadre tarifario que lo podemos encontrar en el origen de la concesión o privatización del servicio. La concesión de las autopistas se va renovando una y otra vez cuando el coste de la obra está pagado y más que pagado, la electricidad se pone en manos de ladrones que encarecen artificialmente la energía creando un “agujero” que hunde el país.

No hablemos de los bancos y sus martingalas ni de las petroleras que inflan precios a su antojo, Nos podemos centrar en preguntarnos ¿Qué demonios está pasando con las tarifas de la telefonía? El origen no es otro que el clan que controla el mecanismo del poder (citado en un párrafo anterior). Este poder por si solo esta limitado, para adquirir el rango de pertenencia y alcanzar el dominio de autoridad indiscutible es imprescindible su comunión con las poltronas del poder político. Este matrimonio crea un consorcio que medra a espaldas de la sociedad. Uno necesita del otro y viceversa. Cuando surgió el avance tecnológico de la telefonía móvil, las expectativas de su implantación se quedaron cortas, muy cortas, a las que de inmediato se vieron desbordadas por una publicidad que anunciaba libertad a la que se lanzaron como posesos una parte importante de la juventud española. El negocio de la telefonía móvil rápidamente fue evaluado por las familias del clan como un fabuloso negocio y constituyeron Airtel como compañía de telefonía móvil que tenía que competir con Telefónica que disfrutaba del monopolio del mercado. Las peleas, entre los miembros del clan, para llevar a su familia un mayor porcentaje de las acciones de Airtel se hizo épica. El negocio se prometía tan extraordinario que merecía un combate cuerpo a cuerpo.

Una vez repartido el pastel entre el clan ya tenían asegurada la decisión del gobierno de Aznar que les iba a caer del cielo una de las concesiones de telefonía con que operar. La licencia valía millones dadas las expectativas de mercado, pero la generosidad de Aznar lo redujo a una menudencia. Se podrá decir así o que fue un regalo comparado con los países de nuestro entorno europeo que obtuvieron una millonada por la otorgación de estas licencias (Reino Unido ingresó 6,3 billones de las antiguas pesetas y Alemania 8,4). Tanto es así, que las arcas españolas recaudaron 40 veces menos que, por licencias similares se pagaron en otros países. Spain is diferent. Con la concesión en la mano el clan que se había hecho con la perita en dulce de Airtel pretendía llevarla a Bolsa, el bebe telefónico valía millones. El clan se frotaba las manos ya que en poco tiempo habían conseguido el mayor pelotazo de la historia hispana: los 901 millones de euros invertidos en 1995 se transformaron en 30.000 millones de euros. La inversión inicial se multiplico por 31. No hizo falta la salida a Bolsa tan sólo se trataba de ponerle precio al bombón ya que previamente todo estaba concertado: Airtel pasaría a manos de Vodafone Airtouche, la mayor compañía de telefonía móvil del mundo en el sector de telecomunicaciones. Tras la operación, la firma británica pasó a controlar el 91,6% de la segunda compañía de móviles de España. De esto se vale la comunión entre el poder económico y el poder político, siempre llegan a un acuerdo ya que quien pierde es el populacho. Ellos siempre ganan y se hacen inmensamente ricos. Llegados a este punto alguien se puede creer que los apuntes en la libreta del tesorero del PP, Luís Barcenas registra los sobornazos que se derivan por operaciones como la de Airtel. Este dinero corre hacia los paraísos fiscales que para eso están, la libreta de Barcenas es el dinero de bolsillo donde se anotan “trajes y corbatas de Mariano”. Tiempo habrá para hablar de este asunto.

El gobierno de Aznar vio ante sus ojos como el clan en pocos meses se hizo más rico de lo que ya era al constituir Airtel, pagar una miseria por la licencia de telefonía, y vender la sociedad sin tan siquiera esperar que esta despegara consiguiendo el mayor pelotazo de la historia económica, la felonía para el populacho no acababa aquí. El gobierno no puso ninguna restricción a la tarifa que Vodafone podría aplicar a los adictos clientes ya que tenía, esta compañía, que recuperar la millonada pagada al clan que incluía el correspondiente sobornazo y además tenía que dar alas a Telefónica (en su expansión internacional) para poder trabajar con unas tarifas super infladas. Se podía pensar que el clan después del fabuloso pelotazo tendría que pasar por la taquilla de Hacienda y al menos el populacho vería, en teoría, que casi la mitad de la recaudación en todo el año por el impuesto de carburantes llegaría por las plusvalías generadas por la venta de Airtel a Vodafone. ¿He dicho venta? Veamos como instrumentó esta operación el Banco Santander que conozco fehacientemente y supongo que contabilizaron de igual manera los otros miembros del clan ya que el resultado, para todos, fue el mismo: No pagaron una triste peseta. El banco no vendió sus acciones de Airtel a Vodafone, sino que las canjeó por acciones de Vodafone; así, contablemente, no hay plusvalía alguna ya que siguen valoradas con el coste contable de las que tenia Airtel. Es un argumento tan burdo como difícil de sostener; con este argumento no habría nadie que pagara a Hacienda, las transacciones se harían por trueque donde el valor del dinero no se tiene en cuenta. Aunque parezca sorprendente a Hacienda le pareció de maravilla que Botín y acompañantes aplicaran el prehistórico método del trueque.

Veamos como el gobierno de José María Aznar traficó para favorecer a los más ricos de España y de un plumazo, mediante un decreto ley 5/2000, resultó que las plusvalías por importe de billones de pesetas de su época quedaron exentas de tributación. El recochineo empieza por el mismo titulo “estimulo al ahorro familiar y a la pequeña y media empresa”. La nueva magia de este nuevo invento, en esencia, trataba de convertir las plusvalías de fuente española en plusvalías extranjeras mediante el canje de acciones de la empresa española por títulos de la foránea, que luego serán vendidos sin generar impuestos. No hay que rebuscar mucho en la exposición de motivos de este decreto ley para encontrar su razón de ser, que apuesta por el apoyo “a las iniciativas de innovación e internacionalizaci6n empresarial, como forma para mejorar su competitividad y, por lo tanto, como garantía de su supervivencia en un entorno globalizado y rápidamente cambiante”. La lógica de cualquier pastor de cabras sería evitar que los beneficios salgan del país sin tributar. El decreto de marras viene a decir que el mundo esta al revés. Es un Viva España difícil de entender por cualquier contribuyente. Esta reforma fiscal fue aprobada por la vía de urgencia y con mayoría absoluta, lo equivalente a impunidad absoluta. Cristóbal Montero, el ministro de Hacienda de la época, repetía que sería “beligerante para que los socios de Airtel paguen por sus p1usva1ias”. Aquí acaba este triste episodio del mayor escaqueo fiscal de la historia económica española desde don Pelayo hasta nuestros días. Estos caballeros del clan y sus sociedades no pagaron ni una sola peseta a las arcas públicas que dejaron de ingresar 700.000 millones de pesetas. Es la hora de desvelar la identidad de estos patriotas que acompañaron a Emilio Botín y el Banco Santander en esta hazaña del colosal pelotazo y su magnifico escaqueo fiscal: varias cajas de ahorro Cajastur, Kutxa, Unicaja, BBK, y Caixa de Catalunya para que el pastel acabara repartido entre sus señorías, las eléctricas Endesa y Fenosa, para que el sindicato del crimen tenga su parte, la familia Entrecanales (Acciona), la familia March (Corporación Alba), y Juan Abelló (Torreal Inversiones).

Ataque al Poder