Ahora hago cenas. Y no hago más que acumular platos, tazas, copas, fuentes, cuberterías. Menos mal que tengo una casa con muchas alacenas.
Y hoy, pues no vengo a hablar de moda. Al menos no de la forma habitual. Voy a empezar una sección de decoración-savoir faire que tendrá un post semanal. Y esta sección me he propuesto mantenerla, no como las ochocientas seis que ya he empezado y se han quedado en una sola entrada.
Es algo que la mayoría de la gente no tiene en cuenta, pero poner una mesa bien no es tan difícil como parece. Sólo hay que tener en cuenta un par de cosillas.
1. Siempre hay que comer con mantel. No hay excusas. El mantel es casi lo más importante. Ante la duda, si no sabes qué mantel irá bien con la decoración de la mesa, ponlo blanco.
2. Flores. No hacen falta ramos excéntricos ni grandes floripondios. Con unas pocas rosas blancas en un jarrón bajo bonito, es suficiente.
3. Velas. Si es una cena, candelabros grandes y velas SIEMPRE blancas. Si es una comida de día, velitas pequeñas que no sobresalgan de la mesa.
Suelo ir subiendo fotos de mesas a mi Instagram.
Besos gigantes,
Antonio.