“Demasiado” deporte no es bueno

Por Míriam Lihi

Hacer deporte es bueno pero no tenemos que pasarnos de la raya.

Hoy en día la gente está bastante concienciada de que debe hacer ejercicio para mantenerse en forma y mejorar su salud pero como pasa muchas veces con todo lo que es bueno, la gente se pasa y acaba dañando su cuerpo porque se obsesionan con hacer deporte y se convierten en unos adictos. Tal como lo oyes, igual que aquellas personas que se drogan o consumen alcohol y son adictos a este tipo de drogas existen personas que se vuelven adictas al deporte. Hay que decir que normalmente las personas que llegan a este extremo de adicción es porque están obsesionados con su cuerpo de una forma estética, no porque quieran tener una salud de hierro. Suelen ser personas que quieren adelgazar, tonificar, coger masa muscular, etc. Y es más, las estadísticas muestran que son jóvenes. No suelen tener menos de 16 años ni más de 30. Así que hay que ir con cuidado con esta adicción a parte de las clásicas drogas de consumo. Cómo sabemos cuando una persona se cuida de forma sana o se ha vuelto un adicto?   Por la cantidad de veces que vaya al gimnasio, a correr, o a practicar deporte y la intensidad con la que lo haga. Dejando de banda los deportistas de élite, pero tampoco ellos hacen deporte de forma indiscriminada y excediendo sus posibilidades. Otra señal es que muchos de ellos dejan de practicar otras actividades que antes sí que hacían sólo porque no piensan en otra cosa más que en el ejercicio y en tener que ir a hacer deporte. Por ejemplo, gente que antes salía con los amigos a tomar algo o a pasear, o que estaba tiempo con los suyos y de repente deja de hacerlo para ir a practicar deporte, a todas horas y siempre con la misma excusa sin un día de pausa.  Es decir, que si algún día tienen que absentarse de su “entrenamiento” para hacer algo en concreto como ir a una boda, tener que ir al médico, acompañar alguien a algún lugar o lo que sea ya se ponen nerviosos, intranquilos, pensando que están haciendo otra cosa y no están entrenándose que es lo que deberían estar haciendo. Esa es la mentalidad de un adicto al deporte. Además, como ocurre con cualquier otra adicción, sufren estado de dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia. ¿Por qué se da? Porque al principio como se generan endorfinas, la persona se siente bien. Además empieza a ver resultados en su cuerpo que lo animan a seguir. Esas dos combinaciones positivas se convierten en negativas cuando la persona pasa a tener la necesidad de hacer ejercicio para sentirse bien y sin él se sienten mal. Y cada vez necesitan estar más tiempo en el gimnasio para sentirse tal como se sentían al principio, como con las otras adicciones. Ocurre exactamente lo mismo. La gran mayoría de veces las personas que caen en este tipo de adicción es porque tienen problemas consigo mismos en no aceptarse como son o bien personas con baja autoestima. No les gusta su cuerpo y quieren cambiarlo a toda costa en el gimnasio y eso les lleva a perder el control de ellos mismos y volverse adictos al deporte sin darse cuenta.

A parte de ser una adicción que te hace sentir mal en el momento de no poder llevarla a cabo genera muchas lesiones y problemas de salud que deben ser tratadas. Y no es fácil salir de ello si no se hace con la ayuda de un especialista así que si hay alguien adicto al deporte lo mejor es que se ponga en contacto con un psicólogo que lo ayude a desintoxicarse para evitar problemas de salud.