Dermatólogo, rompiendo 10 mitos dermatológicos

Por Sramosa @sramosa

Existen frases que un dermatólogo nunca quisiera oir en su consulta. Por ello, en este artículo, el Dr. Eduardo Lauzurica, dermatólogo, va a romper algunos de los mitos más comunes que existen en dermatología.

Según pasan los años y los pacientes por tu consulta, te vas dando cuenta lo difícil que es cambiar prejuicios; aquello de que una mentira repetida muchas veces se convierte en cierta. Lo cómodo es mantenerse en el mainstream, pero cuando escuchas algo inconveniente sobre tu especialidad, se espera que no lo pases por alto. Tus conocimientos y experiencia, son los argumentos que debes esgrimir para librar la difícil batalla del convencimiento.

Mito 1: “El Roacutan te destroza el hígado”

La primera vez que escuché esto fue hace casi 20 años. Por muy contundente que suene, hay pacientes que siguen pronunciándola y no conocen ningún trasplantado por esta causa. Yo tampoco, porque probablemente no haya ninguno.

Es llamativo lo difícil que es escuchar esto mismo del alcohol, infusiones de hierbas y otros medicamentos, que sí están entre los causantes de hepatitis fulminantesParece que el tiempo no termina de poner las cosas en su sitio. Sobre bondades y seguridad del fármaco aquí tenéis información.

Mito 2: “Solo me he dado dos días la crema porque lleva corticoide”
necesidad de insistir en la correcta posología de una crema con corticoide

No nos cansaremos de defender a este gran aliado del dermatólogo. Si todavía tienes miedo a estos fármacos te animo a leer este artículo.

Mito 3: “El sexo oral no contagia el SIDA”

Cuando ves por primera vez un triple contagio por esta vía (VIH, Sífilis y Verrugas), te das cuenta de la necesidad de advertir sobre este problema. El sexo oral con contagiados no es seguro sin preservativo. Sabemos que en España más del 50% de infectados por el virus todavía no lo saben.

Mito 4: “Los nevus mejor no me los quito, no vaya a ser que se trasformen en malignos”
para evitar su trasformación, que los dermatólogos quitamos algunos de ellos

Mito 5: “El botox te quita la expresión”

Hay mucha literatura y discusión sobre este hecho, aún más, tras las manifestaciones en prensa de estrellas supuestamente desafectadas hacia el fármaco.
El botox produce efectos según las dosis que se apliquen y, si bien es cierto que en EEUU se empezaron usando niveles altos de medicación, la tendencia actual es relajar la expresión solo de las zonas que tienen mayor grado de contracción muscular.

En cualquiera de los casos, en las sesiones sucesivas se puede aquilatar el grado de relajación, en función de lo conseguido en las previas. Es cuestión de ajustar las unidades que se inyectan.

Yo diría, completando la frase, que “el botox te quita la expresión… de tensión y enfado”.

Mito 6: “No me lavo el pelo todos los días porque noto que se me cae más”
no lo acentuamos por ello

Si al día caen 50-100 pelos, los que no se han desprendido por otros motivos, lo harán en el momento del lavado; si es cada 3 días, todavía de forma más evidente.

Lavarse el pelo todos los días, además de saludable, atasca menos el lavabo o la bañera.

Mito 7: “Han sido los mejillones”

Pongamos en el lugar de los mejillones cualquier otro producto exótico o de ingesta infrecuente, y ya tendremos el perfecto culpable de lo que al paciente le ha salido en la piel.

Esta relación de causalidad entre lo que se ingiere y lo bueno o malo que nos ocurre parece que tiene orígenes atávicos por lo extendida que está. Ya Hipócrates decía: “Eres lo que comes”. Esto llevado a las últimas consecuencias, lleva a muchos a pensar, que todo lo que nos pasa tiene su origen en la comida.

Ni somos más felices por comer pan sin colesterol, ni los mejillones son los causantes de un brote de psoriasis (a no ser que los hayas tenido que pescar en las aguas bravas del cabo de Finisterre).

Mito 8: “A los 40 años esto no puede ser acné”
el acné no es exclusivo de la adolescencia

Es relativamente frecuente en mujeres en edad madura. En estos casos, dosis bajas de isotretinoino, consiguen mejorías duraderas y con mínimas molestias.

Mito 9: “No sabía que la lengua la veía el dermatólogo”

Hay cierto desconocimiento respecto de lo que nuestra especialidad abarca. De una forma plástica podríamos decir que es todo lo que es palpable o está a la vista sin necesidad de instrumentos. Quedan excluidos dientes, ojos y del aparato genital femenino, en lo que precisa colposcopio. El pelo, las uñas, lengua y mejillas son de nuestra incumbencia. Los dermatólogos tomamos biopsias de zonas blandas profundas hasta de músculo.

Urólogos y ginecólogos prefieren que veamos nosotros las lesiones que aparecen en la piel de los órganos que ellos cuidan, sin perder de vista también las enfermedades de transmisión sexual. La especialidad se denomina, de forma un tanto descriptiva, como “Dermatología Medicoquirúrgica y Venereología”.

Mito 10: “………………………………………….”
animaros a que la completéis con ideas recalcitrantes

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